L D (EFE) El paquete, que tenía la forma de un libro, fue distribuido ayer por la tarde por el servicio normal de correos, que lo entregó en el edificio principal de Europol, situado en el centro de La Haya.
Un portavoz de la Fiscalía de La Haya, Evert Boerstra, explicó que después de haber pasado el escáner, fue considerado sospechoso por los miembros del servicio de seguridad de Europol, que llamaron a los expertos de desactivación de bombas holandeses. El edificio fue evacuado y los expertos lograron desactivar la bomba en el patio interior del complejo en el que se encuentra esta organización, sin causar heridos y sólo escasos daños materiales.
El portavoz de la Fiscalía indicó que ya se ha abierto una investigación para determinar la naturaleza del explosivo y se ha ordenado reforzar las medidas de seguridad en torno a los edificios de Europol. Asimismo añadió que por el momento no tienen información sobre quién ha enviado el paquete ni si tiene alguna relación con el que recibió el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, el pasado sábado. Europol, creada en 1994, está encargada de coordinar la lucha contra la criminalidad en la UE en el contexto del terrorismo, tráfico de drogas y de seres humanos y falsificación del euro.
Por otra parte, otro paquete bomba fue interceptado este martes en la sede de Eurojust también en La Haya. El paquete, que no llegó a explotar, fue analizado por una unidad especial del Ejército holandés y se desconoce si fue también remitido desde Bolonia, como el recibido por el director de la Europol.
Se trata del cuarto paquete de estas características que ha llegado en los últimos días a sedes y representantes de las instituciones de la UE.