L D (EFE) Procedente de Egipto, donde pasó unos días en Navidad, Tony Blair se presentó por sorpresa en Basora, la principal base de las tropas británicas en territorio iraquí, donde están estacionados unos 10.000 soldados del Reino Unido. "Necesitamos ganar la paz, igual que ganamos la guerra", les dijo a los soldados Blair, en su segunda visita a Irak desde que el 1 de mayo pasado se anunció el fin de la guerra.
El jefe del Gobierno británico aseguró que los británicos son "los nuevos pioneros entre los soldados del siglo XXI" pues defienden al mundo tanto de regímenes represivos como de las amenazas del terrorismo, y volvió a denunciar el riesgo de las armas de destrucción masiva. Según Blair, la seguridad mundial está amenazada por "un virus particular de terrorismo islámico que supone una perversión de la fe verdadera del Islam" y por "los estados brutales y represivos que desarrollan armas que pueden causar destrucción a escala masiva".
"Todo el mundo en el Reino Unido está orgulloso de vosotros", independientemente de cual haya sido su opinión acerca de la guerra, aseveró el jefe del Gobierno británico en el cuartel general del Ejército británico en Irak. Vestido con traje azul y sin corbata, Tony Blair había visitado previamente un centro en el que la policía militar británica entrena a 340 agentes iraquíes.
La visita de Blair, que no había sido anunciada, se produce al término de sus vacaciones en la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij, donde pasó las fechas navideñas en compañía de toda su familia. Este sábado, Blair había mantenido una entrevista privada en esa ciudad con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien transmitió sus condolencias por el accidente de un avión de una compañía chárter de Egipto que causó la muerte de 148 personas. La visita de Blair a Irak es similar a las realziaron con anterioridad el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el Día de Acción de Gracias, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar, en plenas vacaciones navideñas.
El jefe del Gobierno británico aseguró que los británicos son "los nuevos pioneros entre los soldados del siglo XXI" pues defienden al mundo tanto de regímenes represivos como de las amenazas del terrorismo, y volvió a denunciar el riesgo de las armas de destrucción masiva. Según Blair, la seguridad mundial está amenazada por "un virus particular de terrorismo islámico que supone una perversión de la fe verdadera del Islam" y por "los estados brutales y represivos que desarrollan armas que pueden causar destrucción a escala masiva".
"Todo el mundo en el Reino Unido está orgulloso de vosotros", independientemente de cual haya sido su opinión acerca de la guerra, aseveró el jefe del Gobierno británico en el cuartel general del Ejército británico en Irak. Vestido con traje azul y sin corbata, Tony Blair había visitado previamente un centro en el que la policía militar británica entrena a 340 agentes iraquíes.
La visita de Blair, que no había sido anunciada, se produce al término de sus vacaciones en la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij, donde pasó las fechas navideñas en compañía de toda su familia. Este sábado, Blair había mantenido una entrevista privada en esa ciudad con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien transmitió sus condolencias por el accidente de un avión de una compañía chárter de Egipto que causó la muerte de 148 personas. La visita de Blair a Irak es similar a las realziaron con anterioridad el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el Día de Acción de Gracias, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar, en plenas vacaciones navideñas.