El Real Madrid sale vivo de Eibar en la Copa del Rey pese a mostrar su lado más "terrenal" (1-1)

Una inmejorable ocasión para marcar, que sin embargo fue fallada por Oliveira en un remate de cabeza a los 24 minutos fue el preludio del primer gol de la noche, ya que poco más de un minuto después Angulo aprovechaba un mal entendimiento de la zaga navarra para establecer el 1-0. El gol hizo despertar ligeramente los instintos atacantes de Osasuna. Tras perder su objetivo de no recibir un gol en Mestalla estiró sus líneas y merodeó con más peligro, aunque no excesivo, el arco local. La mayor complicación le llegó al Valencia en el último minuto del primer período. Una doble tarjeta amarilla envió a Curro Torres a los vestuarios y obligaba a su equipo a afrontar el segundo tiempo con diez jugadores.

Parecía que el inicio del segundo tiempo tampoco iba a ser propicio para el Valencia al serle anulado un gol por posición ilegal de Pellegrino a los tres minutos de reanudarse el choque, pero cinco después un discutido penalti transformado por Baraja suponía el segundo gol para los de Rafa Benítez. Aún así, la suerte volvería a mostrarse esquiva con los de casa. Un gol en fuera de juego de Webó a los 60 minutos cambiaba por completo el panorama del partido y de la eliminatoria por el valor doble de goles fuera de casa. Conforme avanzaba el partido, el Valencia empezaba a acusar su inferioridad numérica. Cuando el partido entraba en su recta final, el Osasuna lograba el empate por medio de Aloisi, muy poco tiempo después de que el Valencia hubiese gozado, pese a su falta de fuerza ya en esos momentos, de la oportunidad de marcar el tercer tanto.

 

 

 

El Celta, agobiado por la crisis que le tiene sumido en la zona de descenso en la Liga, se ha dado un respiro en su visita a La Rosaleda y se ha llevado una victoria balsámica que le sitúa a un paso de cuartos de final de la Copa del Rey. El equipo de Lotina, sin hacer un juego brillante, fue superior al Málaga. Marcó casi siempre el ritmo, impuso su fútbol e hizo más méritos para conseguir el triunfo, a pesar de que su línea de ataque no estuvo muy inspirada. Ambos equipos ofrecieron un pobre espectáculo en la primera mitad. Exhibieron un juego anodino, lento, con domino alterno y sequía casi total de ocasiones claras de gol.

El Celta, con muchos suplentes en sus filas, se adueñó del balón durante muchas fases del primer tiempo, pero se mostró romo en ataque y apenas hizo trabajar a los defensores del equipo de Juande Ramos. El Málaga tampoco lo hizo mejor, aunque suya fue la mejor oportunidad de marcar antes del descanso, en el minuto 33. Fue fruto de un contragolpe llevado por Edgar y culminado por Gerardo con un potente disparo que salió desviado por poco. Tras el descanso, el Celta, muy bien pertrechado atrás, maniató a su adversario y no tardó en ponerse por delante en el marcador, Lo consiguió en el minuto 55, con un gol de bella factura, obra de Vagner.

El brasileño, tras controlar el balón con el pecho, batió a Calatayud con un potente disparo desde 30 metros que se estrelló en el larguero antes de introducirse en la portería local. Poco más hizo en ataque el Celta, pero no lo necesitó ante un Málaga aletargado que sólo reaccionó en los últimos veinte minutos del partido. Su ataque fue con más ímpetu que convicción y no le sirvió de nada. La única ocasión clara de gol del Málaga la protagonizó Duda, en el minuto 72, con un lanzamiento de falta que envió a un poste de la portería de Pinto.

 

 

 

El Zaragoza partirá con una cómoda ventaja para afrontar el partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey tras superar al Betis en un partido vibrante en los últimos minutos y en el que los zaragocistas se reencontraron con una victoria en La Romareda. El partido comenzó frío y con ambos equipos más pendientes de no cometer errores que de buscar la portería contraria, a pesar de que Paco Flores presentó una alineación a priori más ofensiva que en encuentros anteriores. Los verdiblancos llegaban al área maña con más facilidad que su rival pero no conseguían romper la defensa local. Tras la primera ocasión bética, a manos de Denilson, se produjo la réplica local en una buena combinación entre Drulic y Corona, cuyo centro desde la línea de fondo tocó en un defensa visitante y a punto estuvo de colarse en la portería de Prats.

 

Las ideas no las tenían claras ninguno de los dos equipos, que se perdían en el centro del campo y sus aproximaciones al área rival apenas creaban inquietud. Los maños creaban sus mejores oportunidades en los lanzamientos a balón parado de Iñaki, que colgaba el balón y sólo en uno de ellos Prats tuvo que despejar un remate de Milito, mientras que Láinez estuvo a punto de verse sorprendido por un centro defectuoso de Arzu que desvió a córner. No cambiaron en exceso las cosas tras el paso por el vestuario, con dos equipos que seguían más pendientes de proteger su retaguardia. Sin embargo, a los cinco minutos de juego Drulic no desaprovechó un fallo de marcaje de los béticos para batir por raso a Prats.

 

El equipo de Víctor Fernández no quería volver de vacío a Sevilla, lo que provocaba la salida a la contra de los locales. Un centro pasado de Luis Fernández lo remató de cabeza Joaquín al fondo de las mallas. A partir de ese momento, los béticos incrementaron sus precauciones para defender un buen resultado para afrontar con una ventaja mínima el partido de vuelta. La mejor jugada de los maños llegó a los 79 minutos en un remate de David Villa que remató fuera un balón que le había dejado Drulic. Sólo tres minutos después, Vellisca, en una volea desde fuera del área, hizo inútil la estirada de un Prats que llegó a tocar el balón. La ventaja espoleó a los hombres de Paco Flores, que vivieron sus mejores momentos en la recta final del partido y el dúo Villa se combinó bien con Drulic, autor del tercer tanto maño, para dejar bien encarada la eliminatoria.

 

 

 

Deportivo Alavés y Valladolid han hecho tablas en Mendizorroza después de 90 minutos muy disputados por ambas partes. El equipo vitoriano tuvo un inicio de partido muy esperanzador y, en el minuto 11 pudo abrir el marcador en un remate de Ángel, tras una buena llegada de los de Pepe Mel por la banda izquierda, desde la que se creó mucho peligro ante el portal defendido por Bizzarri. La réplica de los de Pucela no se hizo esperar, ya que un minuto más tarde fue Óscar Sánchez quien remató raso y duro, obligando al meta Juan Pablo a despejar con apuros a córner, botado sin consecuencias. A la media hora de juego, una colada por la banda derecha de Makukula forzó la salida alocada de Juan Pablo y el balón acabó milagrosamente en córner al final.

Al intermedio del choque se llegó con el 0-0 inicial y unas buenas perspectivas para la segunda mitad, visto el juego abierto que desplegaron unos y otros en los primeros 45 minutos. La entrada en el equipo alavesista de Orlandi, al comienzo de la segunda parte, dio un nuevo brío y más oxígeno a los de Pepe Mel por la banda izquierda, que en la primera mitad fue la que llevó más peligro ante el marco visitante. Este cambio hizo que Ángel Sánchez bajase a ocupar el lateral zurdo de la defensa local.

No cambió gran cosa la decoración en el segundo tiempo, ya que unos y otros siguieron en sus trece de buscar la portería adversaria, aunque con menor brillantez por jugarse ahora a base de muchos pelotazos. Óscar tuvo una pintiparada oportunidad de gol a pase de Makukula para el equipo vallisoletano, en el minuto 60, pero aquél no llegó a cazar el balón en boca de gol por muy poco. Un gran testarazo de Vucko, a centro de la derecha, tuvo que ser despejado a córner por encima del travesaño por el meta Bizarri y, en el 71, el cuadro local se quedó en inferioridad numérica tras la rigurosa expulsión de Juan Cruz Ochoa, que vio dos tarjetas amarillas, la segunda inexistente. Hasta el final, mucha pelea y desgaste físico por ambas partes, pero el marcador permaneció ya inamovible.