LD (EFE) Si los investigadores esperaban "mucho" de las declaraciones de Bonici deberán aguardar a sus interrogatorios, porque en su primera comparecencia para convalidar la orden de prisión se limitó a apuntar hacia arriba y a reiterar que se limitaba a seguir órdenes.
Bonici, quien se entregó el viernes tras regresar desde Caracas vía París, seguirá en prisión, al igual que los otros nueve altos ejecutivos de la compañía, entre ellos el presidente-fundador, Calisto Tanzi, para los que el juez pidió esta medida cautelar.
"Eran cuatro o cinco personas las que conocían la situación límite de Parmalat, pero no yo, que firmaba las últimas páginas de los contratos que me llegaban por fax", dijo al juez de Parma Pietro Rogato, el ex presiente de Parmalat Venezuela. Bonici señaló, sobre todo, al director financiero Luciano Del Soldato, de quien dijo seguir instrucciones desde que en mayo de 2003 se le informó de que debía gestionar la contabilidad de Bonlat, la controlada por Parmalat con sede en las islas Caimán, depositaria de una cuenta con casi 4.000 millones de euros, que resultaron inexistentes.
Según el rotativo italiano La Republica, las autoridades de las islas Caimán han descubierto ocho sociedades instrumentales relacionadas directamente con la familia Tanzi. Entretanto, los magistrados ya han comenzado a examinar la documentación incautada, tras un registro de 10 horas, en las oficinas milanesas del "Bank of America" y en el domicilio del ex directivo de ese banco Luca Sala, que luego se convirtió en consultor de Parmalat.