L D (EFE) "Unámonos cada día más (...) para que este año defina de manera determinante el rumbo que hemos venido trillando y que continuaremos transitando en esta primera década del siglo XXI", manifestaba Chávez en el acto.
Chávez está amenazado por la posible convocatoria del referéndum revocatorio que la oposición ha pedido en su contra con el respaldo de más de 3,4 millones de firmas, que ahora son revisadas por el Poder Electoral. Las autoridades de comicios deben definir si las firmas cumplen los requisitos de legalidad y número que exige la ley para activar la consulta, lo que podría ocurrir a mediados del próximo mes de febrero.
Bajo la lluvia y ante las tropas del Ejército venezolano, Chávez insistía en que "la simbiosis entre soldados y pueblo garantiza el fortalecimiento de las instituciones y el crecimiento de la democracia con igualdad y justicia". El presidente encabezaba la transmisión de mando de la Comandancia General del Ejército, que ahora asume el general Raúl Isaías Baduel, ex jefe de la IV División Blindada de Infantería, con sede en Maracay, a 110 kilómetros al oeste de Caracas.
Baduel recibió el cargo de manos del general Jorge Luis García Carneiro, que el próximo lunes asumirá como nuevo ministro de Defensa en sustitución del general retirado José Luis Prieto, encargado de ese despacho desde julio de 2002. García Carneiro y Baduel fueron claves para el regreso de Chávez a la Presidencia de Venezuela tras el golpe de Estado que el 11 de abril de 2002 lo derrocó durante 48 horas e instaló un fugaz gobierno de facto encabezado por el líder patronal Pedro Carmona, prófugo de la justicia y exiliado en Colombia.
Ambos generales argumentaron la defensa del orden constitucional para rechazar el gobierno de facto de Carmona y apoyar a los miles de "chavistas" que se lanzaron a las calles de Caracas el 12 y 13 de abril en favor de la "revolución bolivariana" del "comandante", como llaman a Chávez, recordando su pasado como teniente coronel. El presidente califica a García Carneiro y Baduel como "valientes soldados que han sabido asumir responsabilidades y encarar situaciones, señalar rumbos", lo que los "ha convertido en símbolo de la patria nueva, de esa simbiosis entre soldados y pueblo". Los dos generales, especialmente García Carneiro, son vistos como "hombres de Chávez" por la oposición, que opina que la promoción de ambos es un "movimiento estratégico" del presidente para supuestamente "blindarse" ante la eventualidad de un referendo revocatorio en su contra.