L D (EFE) "Lo primero que debo hacer es dar las gracias a todos los que a lo largo de todos estos años de penuria me han ayudado de una manera u otra. Sería injusto decir unos y otros, pues seguro que alguien se me olvidaría", comienzaba a explicar Roma todavía con la ilusión reflejada en su rostro y bañado hasta los tobillos en champán.
"Esto no es más que una carrera, hay cosas más importantes, como la familia, los hijos y un largo etcétera. No ganar no sería el fin del mundo, al fin y al cabo es nuestro trabajo y esta carrera es muy rara, por lo que hasta que no estás en lo más alto del podio no puedes sentirte verdaderamente ganador y si he de seros sincero cuando lo he conseguido me he sentido mucho más distinto de lo que me esperaba", reconoció el flamante ganador de la vigésimo sexta edición del Telefónica Dakar.
Roma afirmó taxativamente: "Esta ha sido una de las ediciones más duras de la carrera y no puedo ocultar que en alguna ocasión he pensado que no acabaría, pero enseguida me concienciaba de mis verdaderas y reales posibilidades y en que alguna día ganaría y ese día ha llegado". "Con esta victoria nos hemos sacado una espina y a partir de ahora espero que todo sea cuando menos algo distinto, lo cual no quiere decir que vaya a ser más fácil", anticipa Roma, quien tiene una oferta de la marca japonesa Nissan para probar uno de sus vehículo oficiales de la carrera.
Roma centra el éxito de su victoria en buena parte en "el trabajo de todo el equipo, de todos en general, pero sin poder olvidarme de Marc e Isidre, que han hecho un excelente trabajo, pero que demuestra que este proyecto era el correcto y que, para ganar el Dakar, hay que formar parte de un buen equipo". "Una de las claves de esta edición del Dakar es que por el potencial de nuestro equipo en esta ocasión eran nuestros rivales los que se veían forzados a atacar y, por ello, la posibilidad de cometer errores aumentaba considerablemente, pero cuando vimos como se desarrollaba la carrera, a partir de Tiyikia, comencé a controlar mucho más a mis rivales y a los del equipo", aseguró Roma, quien reconoció no saber todavía como lo iba a celebrar.
"Esto no es más que una carrera, hay cosas más importantes, como la familia, los hijos y un largo etcétera. No ganar no sería el fin del mundo, al fin y al cabo es nuestro trabajo y esta carrera es muy rara, por lo que hasta que no estás en lo más alto del podio no puedes sentirte verdaderamente ganador y si he de seros sincero cuando lo he conseguido me he sentido mucho más distinto de lo que me esperaba", reconoció el flamante ganador de la vigésimo sexta edición del Telefónica Dakar.
Roma afirmó taxativamente: "Esta ha sido una de las ediciones más duras de la carrera y no puedo ocultar que en alguna ocasión he pensado que no acabaría, pero enseguida me concienciaba de mis verdaderas y reales posibilidades y en que alguna día ganaría y ese día ha llegado". "Con esta victoria nos hemos sacado una espina y a partir de ahora espero que todo sea cuando menos algo distinto, lo cual no quiere decir que vaya a ser más fácil", anticipa Roma, quien tiene una oferta de la marca japonesa Nissan para probar uno de sus vehículo oficiales de la carrera.
Roma centra el éxito de su victoria en buena parte en "el trabajo de todo el equipo, de todos en general, pero sin poder olvidarme de Marc e Isidre, que han hecho un excelente trabajo, pero que demuestra que este proyecto era el correcto y que, para ganar el Dakar, hay que formar parte de un buen equipo". "Una de las claves de esta edición del Dakar es que por el potencial de nuestro equipo en esta ocasión eran nuestros rivales los que se veían forzados a atacar y, por ello, la posibilidad de cometer errores aumentaba considerablemente, pero cuando vimos como se desarrollaba la carrera, a partir de Tiyikia, comencé a controlar mucho más a mis rivales y a los del equipo", aseguró Roma, quien reconoció no saber todavía como lo iba a celebrar.