L D (EFE) López declaró que el estudio no está avalado por ninguna Administración, incluida la estadounidense, y que ha sido puesto en tela de juicio por todos los organismos de seguridad alimentaria europeos.
La publicación "ha lanzado una voz de alarma" sin parámetros fidedignos, y "sólo ha servido para poner en riesgo un tejido productivo y el propio mercado", aseguró el responsable del FROM.
Recordó que la normativa comunitaria es "muy estricta y rigurosa" en cuanto a la alimentación animal, por lo que todo el pescado de acuicultura "goza de plena garantía". "En algún momento habrá que empezar a exigir responsabilidades a quienes crean estas alarmas innecesarias", dijo, para mostrarse a continuación partidario de establecer determinados requisitos para que no se puedan producir de nuevo este tipo de situaciones.
La publicación "ha lanzado una voz de alarma" sin parámetros fidedignos, y "sólo ha servido para poner en riesgo un tejido productivo y el propio mercado", aseguró el responsable del FROM.
Recordó que la normativa comunitaria es "muy estricta y rigurosa" en cuanto a la alimentación animal, por lo que todo el pescado de acuicultura "goza de plena garantía". "En algún momento habrá que empezar a exigir responsabilidades a quienes crean estas alarmas innecesarias", dijo, para mostrarse a continuación partidario de establecer determinados requisitos para que no se puedan producir de nuevo este tipo de situaciones.
Favorecer a la industria de salmón salvaje
Esta denuncia se une a la realizada por la Interprofesional de Acuicultura Continental (Aquapiscis), que aseguró que el informe obedece a una "guerra comercial" para favorecer a la industria de salmón salvaje. Fuentes de la Interprofesional señalaron que el estudio de "Science" refleja la gran competitividad que ofrece el sector acuícola en el mercado internacional, debido a la falta de los recursos pesqueros naturales. En relación a España, Aquapiscis explicó que "somos pioneros" en la aplicación de rigurosos controles que se llevan a cabo en los centros de producción acuícola tanto continental -salmón y trucha- como de cultivos marinos -rodaballo, dorada o lubina-.
También puso de manifiesto que la alimentación de estos peces "no excede en ningún momento los límites fijados" por las normas de la Unión Europea, por el propio Gobierno y por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y apostilló que "incluso están bastante por debajo". Demandó de las autoridades españolas que exijan estos mismos controles a los productos importados e identifique, mediante un buen etiquetado, los salmones de acuicultura, el origen, la elaboración y componentes que se utilizan en la alimentación de estos peces.