(Libertad Digital) Real Madrid y Valencia fueron fieles a sí mismo. Los de Rafa Benítez, como un bloque, como una maquinaria que funciona con precisión suiza; y el equipo de Carlos Queiroz, con el lastre de no contar con Zidane, como el ejemplo del desorden y la improvisación, pero con recursos que proceden de la calidad de algunos de sus hombres.
Por ello a nadie sorprendió el desarrollo de la contienda. Mandó el Valencia casi a su antojo con escasos momentos de clarividencia madridista, pero careció de pegada y hasta de fortuna para transformar las grandes ocasiones generadas. A Guti y Beckham les costó de salida llevar el peso, tanto en ataque como en defensa. El cuadro valenciano, muy junto y muy ordenado, hizo prácticamente lo que quiso hasta los últimos metros, en los que les falló el remate, sobre todo en acciones de Albelda y Mista, a quien incluso Helguera -bastante bien en su vuelta al centro de la zaga- le sacó un balón en la línea de gol.
No es que los jugadores de Queiroz no salgan motivados, es que están en un momento más que preocupante de juego, sin recursos creativos, pero tienen la calidad necesaria para, como tantas y tantas veces, castigar a un oponente que está siendo superior. En esta oportunidad surgió el gran capitán para rubricar la única acción realmente ligada y con intención del Real Madrid. Raúl, que remachó con un perfecto testarazo un preciso envío de Solari, fue otra vez el encargado de "tirar del carro" y de despertar a un equipo que sufría enormemente ante la movilidad y categoría de Aimar, el trabajo de Albelda, Baraja, Rufete y Vicente, y la seriedad del bloque defensivo.
El 1-0 dio paso a los momentos de mayor lucidez del Real Madrid, al menos a la hora de tocar el balón y de hacerse con el mando, pero el Valencia no es el primero de la Liga con récord de puntuación por casualidad, porque no suele desmoronarse. El descanso no modificó de manera ostensible el panorama, porque el Valencia mantuvo el control, aunque con menos remate, porque el conjunto de Queiroz creció algo en la presión con un Solari incansable y Guti manejó más y mejor el esférico. Un disparo desviado del zurdo madrileño, la primera aparición de Ronaldo ante Ayala -el balón salió rozando la escuadra- y una protesta de un hipermotivado Raúl despertaron un partido que los hombres de Benítez comenzaban a dormir, con sabiduría, conscientes de su poder y de que tenían la vuelta en su feudo de Mestalla.
El capitán madridista quiso, con su casta, romper el equilibrio del Valencia, pero parecía que no iba a poder, porque la roca de Benítez no daba opción y además el peligro volvía a merodear la portería de César, quien salvó las tablas con una rápida salida ante Mista. No obstante, los cambios de Benítez sí que rompieron el tempo del Valencia y en el ida y vuelta en que se convirtió el choque salió ganando el Real Madrid con un Ronaldo otra vez letal, que aprovechó un balón suelto para superar a Palop y establecer el 2-0 con precisión matemática. El marcador era un castigo para un Valencia que pagó muy caros los errores en el remate, que pese a ello mantenía sus opciones de dar la vuelta a la eliminatoria en Mestalla, pero lo fue más cuando el colegiado decretó un más que protestado penalti de Marchena a Raúl que transformó Figo. Quedaban cinco minutos y el premio era de Gordo de la Lotería para un Real Madrid que estuvo contra las cuerdas y que sacó oro de donde no existía.
Por ello a nadie sorprendió el desarrollo de la contienda. Mandó el Valencia casi a su antojo con escasos momentos de clarividencia madridista, pero careció de pegada y hasta de fortuna para transformar las grandes ocasiones generadas. A Guti y Beckham les costó de salida llevar el peso, tanto en ataque como en defensa. El cuadro valenciano, muy junto y muy ordenado, hizo prácticamente lo que quiso hasta los últimos metros, en los que les falló el remate, sobre todo en acciones de Albelda y Mista, a quien incluso Helguera -bastante bien en su vuelta al centro de la zaga- le sacó un balón en la línea de gol.
No es que los jugadores de Queiroz no salgan motivados, es que están en un momento más que preocupante de juego, sin recursos creativos, pero tienen la calidad necesaria para, como tantas y tantas veces, castigar a un oponente que está siendo superior. En esta oportunidad surgió el gran capitán para rubricar la única acción realmente ligada y con intención del Real Madrid. Raúl, que remachó con un perfecto testarazo un preciso envío de Solari, fue otra vez el encargado de "tirar del carro" y de despertar a un equipo que sufría enormemente ante la movilidad y categoría de Aimar, el trabajo de Albelda, Baraja, Rufete y Vicente, y la seriedad del bloque defensivo.
El 1-0 dio paso a los momentos de mayor lucidez del Real Madrid, al menos a la hora de tocar el balón y de hacerse con el mando, pero el Valencia no es el primero de la Liga con récord de puntuación por casualidad, porque no suele desmoronarse. El descanso no modificó de manera ostensible el panorama, porque el Valencia mantuvo el control, aunque con menos remate, porque el conjunto de Queiroz creció algo en la presión con un Solari incansable y Guti manejó más y mejor el esférico. Un disparo desviado del zurdo madrileño, la primera aparición de Ronaldo ante Ayala -el balón salió rozando la escuadra- y una protesta de un hipermotivado Raúl despertaron un partido que los hombres de Benítez comenzaban a dormir, con sabiduría, conscientes de su poder y de que tenían la vuelta en su feudo de Mestalla.
El capitán madridista quiso, con su casta, romper el equilibrio del Valencia, pero parecía que no iba a poder, porque la roca de Benítez no daba opción y además el peligro volvía a merodear la portería de César, quien salvó las tablas con una rápida salida ante Mista. No obstante, los cambios de Benítez sí que rompieron el tempo del Valencia y en el ida y vuelta en que se convirtió el choque salió ganando el Real Madrid con un Ronaldo otra vez letal, que aprovechó un balón suelto para superar a Palop y establecer el 2-0 con precisión matemática. El marcador era un castigo para un Valencia que pagó muy caros los errores en el remate, que pese a ello mantenía sus opciones de dar la vuelta a la eliminatoria en Mestalla, pero lo fue más cuando el colegiado decretó un más que protestado penalti de Marchena a Raúl que transformó Figo. Quedaban cinco minutos y el premio era de Gordo de la Lotería para un Real Madrid que estuvo contra las cuerdas y que sacó oro de donde no existía.
Ficha técnica del partido
Real Madrid, 3: César; Míchel Salgado, Helguera, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Beckham, Guti; Figo, Raúl, Solari; y Ronaldo (Cambiasso, m.90)
Valencia, 0: Palop; Garrido, Ayala, Marchena, Carboni; Albelda, Baraja; Rufete (Angulo, m.62), Aimar, Vicente; y Mista (Xisco, m.74)
Goles: 1-0, m.32: Raúl. 2-0, m.81: Ronaldo. 3-0, m.85: Figo, de penalti
Árbitro: Medina Cantalejo (Colegio andaluz). Expulsó por doble amonestación a Beckham en el minuto 88 y a Albelda en el 90. Amonestó también a Solari (m.31), Marchena (m.65), Helguera (m.66) y Aimar (m.85)
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 65.000 espectadores
Valencia, 0: Palop; Garrido, Ayala, Marchena, Carboni; Albelda, Baraja; Rufete (Angulo, m.62), Aimar, Vicente; y Mista (Xisco, m.74)
Goles: 1-0, m.32: Raúl. 2-0, m.81: Ronaldo. 3-0, m.85: Figo, de penalti
Árbitro: Medina Cantalejo (Colegio andaluz). Expulsó por doble amonestación a Beckham en el minuto 88 y a Albelda en el 90. Amonestó también a Solari (m.31), Marchena (m.65), Helguera (m.66) y Aimar (m.85)
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 65.000 espectadores