L D (EFE) El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo en conferencia de prensa que el estudio del material libio supone un paso más en el compromiso de Gadafi con EEUU y el Reino Unido para desmantelar sus programas de armas de destrucción masiva. "Hasta la fecha, la cooperación entre todas las partes en este esfuerzo ha sido excelente", destacó el portavoz.
McClellan especificó que entre los materiales enviados por Trípoli hay componentes de centrifugadores utilizados para enriquecer uranio y equipos para guiar misiles balísticos de largo alcance que "Libia ha decidido eliminar de manera voluntaria".
No es la primera vez que se produce un envío de estas características, ya que la semana pasada otro avión transportó la documentación más importante asociada con sobre el programa de armas nucleares del régimen libio, añadió. "También es importante señalar la destrucción sobre el terreno de las municiones vacías que se podían cargar con agentes químicos", destacó McClellan, quien manifestó que estos cargamentos suponen "sólo el inicio de la eliminación de las armas libias".
El portavoz presidencial no quiso especificar si este proceso acelerará el levantamiento de algunas sanciones económicas a Libia o el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y Trípoli, rotas desde hace tres décadas. La posibilidad de un fin de las sanciones estadounidenses comenzó a tomar forma en agosto del año pasado cuando Libia admitió su responsabilidad por el atentado contra un avión de PanAm sobre la localidad escocesa de Lockerbie que en 1988 causó 270 muertes.
El fin de las sanciones permitiría que empresas petroleras estadounidense reanuden los trabajos que tuvieron que abandonar cuando comenzaron a aplicarse las sanciones en 1986.
McClellan especificó que entre los materiales enviados por Trípoli hay componentes de centrifugadores utilizados para enriquecer uranio y equipos para guiar misiles balísticos de largo alcance que "Libia ha decidido eliminar de manera voluntaria".
No es la primera vez que se produce un envío de estas características, ya que la semana pasada otro avión transportó la documentación más importante asociada con sobre el programa de armas nucleares del régimen libio, añadió. "También es importante señalar la destrucción sobre el terreno de las municiones vacías que se podían cargar con agentes químicos", destacó McClellan, quien manifestó que estos cargamentos suponen "sólo el inicio de la eliminación de las armas libias".
El portavoz presidencial no quiso especificar si este proceso acelerará el levantamiento de algunas sanciones económicas a Libia o el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y Trípoli, rotas desde hace tres décadas. La posibilidad de un fin de las sanciones estadounidenses comenzó a tomar forma en agosto del año pasado cuando Libia admitió su responsabilidad por el atentado contra un avión de PanAm sobre la localidad escocesa de Lockerbie que en 1988 causó 270 muertes.
El fin de las sanciones permitiría que empresas petroleras estadounidense reanuden los trabajos que tuvieron que abandonar cuando comenzaron a aplicarse las sanciones en 1986.