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MENOPAUSIA

INFORME: ¿Qué es la Terapia Hormonal Sustitutiva?

La Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) es un tratamiento cuya función es la de sustituir a las hormonas que, durante el climaterio, dejan de producir los ovarios (estrógenos). Se administran estrógenos combinados con porgestógenos para aliviar los efectos de la deficiencia de las hormonas. En España, sólo un siete por ciento de las mujeres recibe esta terapia.

(Libertad Digital) Durante la menopausia se produce una cantidad menor de hormona que puede causar calores repentinos, sequedad en el tejido vaginal y huesos quebradizos.
 
Por eso, la THS es muy eficaz en el tratamiento de los síntomas asociados a la menopausia que normalmente se inician durante los dos o tres años anteriores a la desaparición definitiva de la menstruación y que, después, se alargan al menos durante uno o dos años más. Una etapa de la vida en la que, además de sufrir estas molestias, la mujer se hace más susceptible a padecer alteraciones cardiovasculares y osteoporosis, puesto que se acelera la pérdida de masa ósea dando lugar a que los huesos se debiliten y aumente la posibilidad de sufrir fracturas.
 
Para aliviar estos problemas, es común que se recete a las mujeres estrógeno o estrógeno con progestina. Los efectos son la disminución de esas sensaciones de calor repentino, el alivio de la sequedad vaginal y la disminución en la pérdida de calcio en los huesos.
 
La THS suele estar indicada en aquellos casos en el que las molestias asociadas al climaterio son muy pronunciadas (en este supuesto, el tratamiento suele administrarse durante un tiempo máximo de cinco años); cuando se ha tenido una menopausia precoz, es decir, cuando el último periodo se ha producido antes de los 45 años; en el caso de que se detecte la posibilidad de que la mujer sea propensa a sufrir alguna alteración coronaria; y cuando la mujer, por su talla, peso y antecedentes personales, presente riesgo de padecer osteoporosis.

Conviene saber además que existen distintos tipos de tratamiento dependiendo de las circunstancias específicas de cada mujer. La cantidad de hormonas que cada persona necesita es diferente e incluso puede variar su tipología. En este sentido, cabe destacar que mientras que las mujeres que no han sido sometidas a una histerectomía (extirpación de útero o matriz) necesitan tomar dos tipos de hormonas (estrógenos y gestágenos), las mujeres que han pasado por esta intervención sólo necesitan administrarse estrógenos.
 
El tratamiento con hormonas es el método más eficaz conocido para aliviar estos síntomas, pero en algunas mujeres, el tratamiento puede aumentar la posibilidad de tener coágulos en la sangre, ataques al corazón, derrames cerebrales, cáncer de mama y enfermedad de la vesícula biliar.

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