L D (EFE) El Columbia se desintegró sobre el territorio del estado de Texas en la mañana del 1 de febrero cuando volvía a Tierra tras lo que había sido una exitosa misión científica de 16 días y los siete astronautas a bordo perdieron la vida.
El accidente ocurrió tres días después de conmemorarse el 17 aniversario de la tragedia del Challenger el transbordador que estalló segundos después de su lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy. En esa ocasión también murieron sus siete tripulantes. Debido a las fechas y al hecho de coincidir el día con un domingo, los actos principales de la conmemoración se iniciaron el jueves pasado.
Esos actos han incluido minutos de silencio en las oficinas de la NASA en todo el país y la inauguración de una muestra de los restos del Columbia en Cabo Cañaveral (Florida). Concluirán el lunes con un homenaje a todos los astronautas estadounidenses que han perecido en misiones de exploración espacial, que se celebrará en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia).
Como ocurriera con el Challenger, el desastre del Columbia llevó a la suspensión indefinida de las misiones de los transbordadores convertidos en el principal vehículo tripulado de EEUU en el espacio. Asimismo, forzó la suspensión de las misiones de relevo y aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS) y redujo a sólo tres el número de transbordadores sobrevivientes: el Atlantis, el Endeavour y el Discovery.
Por orden del presidente George W. Bush y en el marco de un ambicioso plan para volver a la Luna y preparar viajes tripulados a Marte, esos tres transbordadores serán retirados de servicio en 2010 y una vez que esté concluido el montaje de la ISS. Además, indirectamente, el desastre condenó a una muerte lenta al observatorio espacial Hubble, que no recibirá más visitas de los transbordadores para ser sometido a reparaciones y recambio de piezas.
El accidente ocurrió tres días después de conmemorarse el 17 aniversario de la tragedia del Challenger el transbordador que estalló segundos después de su lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy. En esa ocasión también murieron sus siete tripulantes. Debido a las fechas y al hecho de coincidir el día con un domingo, los actos principales de la conmemoración se iniciaron el jueves pasado.
Esos actos han incluido minutos de silencio en las oficinas de la NASA en todo el país y la inauguración de una muestra de los restos del Columbia en Cabo Cañaveral (Florida). Concluirán el lunes con un homenaje a todos los astronautas estadounidenses que han perecido en misiones de exploración espacial, que se celebrará en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia).
Como ocurriera con el Challenger, el desastre del Columbia llevó a la suspensión indefinida de las misiones de los transbordadores convertidos en el principal vehículo tripulado de EEUU en el espacio. Asimismo, forzó la suspensión de las misiones de relevo y aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS) y redujo a sólo tres el número de transbordadores sobrevivientes: el Atlantis, el Endeavour y el Discovery.
Por orden del presidente George W. Bush y en el marco de un ambicioso plan para volver a la Luna y preparar viajes tripulados a Marte, esos tres transbordadores serán retirados de servicio en 2010 y una vez que esté concluido el montaje de la ISS. Además, indirectamente, el desastre condenó a una muerte lenta al observatorio espacial Hubble, que no recibirá más visitas de los transbordadores para ser sometido a reparaciones y recambio de piezas.