L D (EFE) El centrocampista madrileño, uno de los más queridos por la afición rojiblanca, apenas ha contado con la confianza del técnico atlético, Gregorio Manzano, como demuestran los 44 minutos que ha disputado en la presente temporada, después de que en la pretemporada no aceptara ser traspasado al Mallorca dentro de la operación del fichaje de Ibagaza al club del Manzanares.
Movilla, al que le resta todavía año y medio de contrato con el Atlético de Madrid, llegó al club madrileño en el verano de 2001 procedente del Málaga, para convertirse, bajo la dirección de Luis Aragonés, en una pieza básica en el ascenso de los rojiblancos a Primera.
Tan sólo cuatro partidos de Liga se perdió el centrocampista en su primera campaña como rojiblanco, cinco más de los que disputó el curso pasado, en que con treinta y cinco partidos, fue uno de los jugadores que más minutos gozó de la plantilla atlética. El ostracismo de Movilla a lo largo de la temporada hizo que una buena parte de la afición pidiera, el 11 de enero, durante el partido ante el Athletic de Bilbao, a Gregorio manzano, que le diera minutos.
Movilla, al que le resta todavía año y medio de contrato con el Atlético de Madrid, llegó al club madrileño en el verano de 2001 procedente del Málaga, para convertirse, bajo la dirección de Luis Aragonés, en una pieza básica en el ascenso de los rojiblancos a Primera.
Tan sólo cuatro partidos de Liga se perdió el centrocampista en su primera campaña como rojiblanco, cinco más de los que disputó el curso pasado, en que con treinta y cinco partidos, fue uno de los jugadores que más minutos gozó de la plantilla atlética. El ostracismo de Movilla a lo largo de la temporada hizo que una buena parte de la afición pidiera, el 11 de enero, durante el partido ante el Athletic de Bilbao, a Gregorio manzano, que le diera minutos.