L D (EFE) En una entrevista concedida a la cadena SER, Pasqual Maragall fue preguntado por una frase pronunciada por Josep Lluis Carod-Rovira, en la que afirmó que "la distancia espiritual entre Cataluña y España se ha hecho ya insalvable".
El presidente de la Generalidad respondió que no se iba a meter "contra el secretario general de un partido que está lealmente en el Gobierno conmigo" y que España debía replantear la política seguida por el gobierno de José María Aznar, en las relaciones con el resto del mundo y en términos de "una España plural que sea capaz de convivir serenamente con su propia diversidad". "Si esto se consigue -añadió- es maravilloso; si esto no se consigue hemos fracasado como país de nuevo y volvemos atrás, volvemos al 36, volvemos a principios del siglo XX, cuando se quiso y no se pudo".
El presidente de la Generalidad respondió que no se iba a meter "contra el secretario general de un partido que está lealmente en el Gobierno conmigo" y que España debía replantear la política seguida por el gobierno de José María Aznar, en las relaciones con el resto del mundo y en términos de "una España plural que sea capaz de convivir serenamente con su propia diversidad". "Si esto se consigue -añadió- es maravilloso; si esto no se consigue hemos fracasado como país de nuevo y volvemos atrás, volvemos al 36, volvemos a principios del siglo XX, cuando se quiso y no se pudo".
El presidente del Gobierno, José María Aznar, salió al paso en la conferencia de prensa que ofreció en el Palacio de la Moncloa junto al presidente de Uruguay, Jorge Batlle, al ser preguntado por las palabras de Maragall. Según Aznar, las palabras de Maragall suponen advertir de que si no se da la razón a los planteamientos del presidente de la Generalitat, "está dispuesto a volver a los tiempos de la Guerra Civil", al tiempo que subrayó que él no cree en la España de 1936.
Añadió que se trata de unas afirmaciones "extraordinariamente graves" que, unidas a otras anteriores que se han escuchado sobre "viejos tambores del no pasarán" (en alusión a unas declaraciones del líder de ERC, Josep Lluis Carod-Rovira) dibujan "un escenario verdaderamente preocupante".
Y precisó que debe ser preocupante sobre todo para quien las hace, aunque tiene que ser también tenido muy en cuenta por los ciudadanos. "Ese tipo de consideraciones sobran en la política española y nunca recuerdo haberlas oído desde el comienzo de la transición democrática en España", añadió. Por ello, confió en que esas palabras provoquen una "desautorización completa" por parte de "quien aparentemente tiene la responsabilidad en el PSOE", en alusión a Zapatero.
Aznar invitó a imaginar lo que se diría si alguien del Gobierno o del PP advirtiera de que si no se hace lo que ellos quieren, a partir del 14 de marzo se volverá a la situación de 1936. "Decir esas cosas supone un grado de falta de responsabilidad política verdaderamente grave; no creo que España necesite que se le advierta de que se pueden producir dramas si a uno no le dan la razón, no creo en la España del no pasarán, tampoco creo en la España del 36 y, afortunadamente, estoy convencido de que la mayoría de los españoles no lo van a creer", agregó.