L D (EFE) "Queremos limpiar la imagen que se dejó. No es cuestión de pensar en revanchas, es mejor pensar que estamos ante una eliminatoria importantísima que te da acceso a la final. Mucha gente recordará los cuatro goles que nos metieron, pero el año pasado también les ganamos y no estamos hablando de eso. Nos acordaremos del resultado porque está reciente, pero nada más", reconoce Figo a Realmadrid.com.
Figo, con dos Copas del Rey, es el jugador del Real Madrid que más títulos coperos tiene, ya que las obtuvo fuera de la Casa Blanca, donde ya llevan once años sin proclamarse campeones: "Es un dato curioso, no lo sabía. Todavía no he ganado ninguna Copa del Rey con el Real Madrid, aunque estuvimos cerca. Por eso mi ilusión es poder conquistarla este año". "Históricamente el club no tiene tanta tradición de estar en las finales de la Copa del Rey como en las de la Liga de Campeones, donde sí es un objetivo prioritario llegar lo más lejos posible. Esa ausencia de tradición es la que nos ha hecho caer en una u otra eliminatoria", explica recordando temporadas pasadas.
El centrocampista madridista firmaría repetir la final en la que el Real Madrid obtuvo ante el Real Zaragoza su último título copero (en Valencia el 26 de junio de 1993) y el resultado (2-0), aunque por el momento destaca la importancia de dejar la portería a cero en el partido de ida ante el Sevilla. "Lo más importante en esta eliminatoria es no recibir goles en casa. El Sevilla tiene delanteros con mucha calidad, que van bien por arriba y son goleadores. Y su defensa es muy contundente. Juega como un bloque sólido y siempre te pone en dificultades", dice.
"Las espaldas bien cubiertas con los pavones"
Figo justifica la diferencia de rendimiento en el Real Madrid de Copa del Rey, de cuando se han enfrentado a un equipo de Segunda como el Éibar a un rival directo como el Valencia. "Hay varias razones. Porque estábamos más centrados, o porque para algunos equipos jugar ante el Madrid es el partido de su vida, o porque al Valencia ya lo conocíamos y sabíamos que había que estar concentrado desde el pitido inicial. O porque tuvimos el día, que eso también cuenta. En la ida todo salió muy bien y conseguimos un resultado determinante", manifestaba. El jugador destaca la importancia de cruzarse con el Sevilla en semifinales, equipo al que no quería a un solo partido en una hipotética final: "Prefiero jugar con el Sevilla a doble partido, porque en una final serían más complicados. En una eliminatoria tienes más margen de error; a un partido todo es imprevisible. Todo puede suceder".
Por último, elogia las rotaciones que ha hecho Carlos Queiroz en esta competición, "tenemos las espaldas bien cubiertas con los pavones de la cantera", y para justificar que no sienten especial dolor por la goleada liguera ante el Sevilla, recordó uno de los momentos deportivos más duros desde su llegada al Real Madrid, la derrota en la final de Copa de hace dos ediciones ante el Deportivo. "Me dolió más perder la final por lo mucho que había en juego; además fue en el Bernabéu, el día del aniversario. Encima yo estaba medio tocado. Con el Sevilla fue un partido más, tuvimos un mal día y ellos estuvieron acertados. Todo les salió bien", concluyó.