L D (Agencias) Este martes Pasqual Maragall viajó a Madrid para presidir, sin demasiado apoyo del PSOE, la toma de posesión del delegado de la Generalidad en la capital de España. Tras el efecto Carod, el presidente catalán dijo que ahora lo importante es que le dejen gobernar.
Maragall reiteró la apuesta de su comunidad autónoma por el diálogo con el resto de los pueblos de España, así como su intento de evitar entrar "en un clima bronco y de permanente reproche que algunos quieren". El acto estaba programado para presentar a Manuel Royes como delegado de su ejecutivo, lo que resumió como "normalidad institucional y política".
Pero lo que buscaba Maragall era dejar claro que la tormenta política de las conversaciones con ETA no van a frenar su proyecto. En su opinión, "estamos en un momento decisivo para los pueblos de España, ya que en los próximos años deberemos tomar decisiones que marcarán nuestra vida pública, por lo que la primera obligación es crear un clima propicio para debatir sobre las aspiraciones de los pueblos de España". Como ya anunciara Juan José Ibarretxe en el País Vasco, Maragall está dispuesto a explicar qué es Cataluña. Y entre sus intenciones, sigue siendo una prioridad la tan mencionada macro-región, en sus palabras, "el Mediterráneo".
La campaña ya tiene título, "Cataluña Propone". Según el portavoz de su gobierno, Joaquim Nadal, "es un programa para presentar Cataluña puertas afuera, Cataluña a España, Cataluña a Europa y Cataluña al mundo". Y, ante ella, Maragall insiste en que le dejen gobernar sin atacar porque "una cosa es criticar y otra es impedir, obstaculizar y no dejar trabajar, porque nosotros vamos a demostrar una nueva forma de gobernar en este país".
La campaña ya tiene título, "Cataluña Propone". Según el portavoz de su gobierno, Joaquim Nadal, "es un programa para presentar Cataluña puertas afuera, Cataluña a España, Cataluña a Europa y Cataluña al mundo". Y, ante ella, Maragall insiste en que le dejen gobernar sin atacar porque "una cosa es criticar y otra es impedir, obstaculizar y no dejar trabajar, porque nosotros vamos a demostrar una nueva forma de gobernar en este país".
El primer paso, cerrar la crisis
Llevar la normalidad a la Generalidad está siendo labor de José Montilla aunque sea hablando por boca de otros. El primer secretario del PSC ha salido al paso de la dura corriente crítica protagonizada en las últimas horas por los barones Ibarra, Bono y Chaves, contrarios a la puerta abierta que dejó Maragall para Carod Rovira tras las elecciones generales.
Preguntado si las declaraciones de otros líderes del PSOE perjudican al PSC, Montilla ha manifestado desconocerlo, aunque ha insistido en que, en su opinión, es una cuestión cerrada. "Ya dije respecto a estas declaraciones lo que debía decir y creo que con bastante contundencia y claridad como para no tener que volver a repetirlo", ha apuntado.
Así que, en respuesta a las opiniones de José Bono o Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Montilla ha indicado que se "trata de un tema cerrado, para nosotros y para los dirigentes mencionados". Asimismo, Montilla ha negado que PSC y PSOE hayan hablado sobre un posible retorno de Carod al gobierno catalán porque "el PSC y el PSOE tienen en estos momentos otras preocupaciones que el retorno o no del señor Carod-Rovira".