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Las comunidades no gobernadas por el PP piden al Gobierno 1.800 millones para Sanidad

Los consejeros de salud de las ocho Comunidades Autónomas no gobernadas por el PP cifraron este lunes en 1.800 millones de euros la deuda del Ejecutivo con el Sistema Nacional de Salud y alertaron de la "grave amenaza que gravita" sobre la sanidad pública, por lo que anunciaron que no colaborarán con el Ministerio hasta que no cambie su política.

L D (EFE) Para hacer pública su preocupación y denunciar las "imposiciones" del Ministerio de Sanidad, se reunieron en Madrid los consejeros socialistas de Aragón, Alberto Larraz; Castilla-La Mancha, Fernando Lamata; Asturias, Rafael Sariego; Andalucía, Francisco Vallejo; Cataluña, Marisa Geli; Cantabria, Rosario Quintana; y Extremadura, Guillermo Fernández Vara; y el consejero vasco del PNV, Gabriel Inclán.

Los consejeros consideraron que "dinamitando" el sistema sanitario público el Gobierno intenta justificar en el futuro la privatización de la sanidad, y exigieron al Ejecutivo que en el mes que queda antes de las elecciones pague al menos a las Comunidades 500 millones de euros en concepto de incapacidad temporal. Junto al problema de la incapacidad temporal, según estos consejeros el principal riesgo del sistema sanitario público es el elevado crecimiento del gasto farmacéutico, a lo que se suma la falta de recursos para el Fondo de Cohesión y las promesas de nuevas prestaciones sin presupuesto, lo que "está abocando al sistema a graves dificultades financieras".

Los responsables sanitarios de las ocho Comunidades, que abandonaron la última reunión del último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en protesta por los continuos "anuncios propagandísticos" del Ministerio de Sanidad sin recursos y sin consenso, aseguraron que "no seguirán haciendo el juego" a ese departamento ni volverán a ese órgano de coordinación si no se resuelve el problema.
 
Vallejo destacó como punto "más sangrante y peligroso" el incremento del gasto farmacéutico, alrededor de un 22 por ciento en los últimos dos años, debido al "sonado fracaso" de la política del Ministerio, que, dijo, asumió en sus acuerdos "los intereses de las corporaciones farmacéuticas". "Si se nos va el dinero por ese gran agujero que es el gasto farmacéutico -añadió- va a faltar para atender a los ciudadanos en las urgencias, los centros de salud o los quirófanos".

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