L D (EFE) Así lo pusieron de manifiesto los tres -J.R.M., alías "Ramoncín"; R.S.G , "Ramón", ambos de 17 años; y R.G.F., "Pumuki", de 14 años- en el juicio que quedó visto para sentencia en el Juzgado de Menores número 5. , según informaron fuentes jurídicas.
El cadáver de Sandra fue hallado por un camionero el 17 de mayo quemado en una cuneta de la carretera de Toledo (N-401), en el municipio madrileño de Leganés. Las mismas fuentes indicaron que los tres incurrieron en contradicciones y "tienen discrepancias a la hora de narrar los hechos", mientras que Francisco Javier A., "El Malaguita", quien declaró en la vista oral como testigo, alegó no recordar nada. El fiscal mantuvo pedir ocho años de internamiento para los menores de 17 años y cuatro años de internamiento para el de 14 años por los delitos de detención ilegal, violación y asesinato.
El juicio comenzó a puerta cerrada sobre las 10.30 en el Juzgado de Menores número 5 de Madrid, finalizó sobre las 20.30 y en dos ocasiones tuvieron que acudir a la sede judicial facultativos del SAMUR-Protección Civil para atender a la madre y a la abuela de Sandra Palo debido a que sufrieron desmayos. En un receso, la madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, explicó que "ha sido un juicio muy duro", puesto que -dijo- "he escuchado todas las aberraciones que han hecho a mi hija". Bermúdez recordó que uno de los acusados ha dicho que consumió cocaína, mientras que otro "iba de tripis y de cubatas". "Ahora ninguno se acuerda de nada", concluyó la madre de la víctima, quien poco antes de finalizar la vista oral grito llorando: "yo los tengo que matar a ellos".
Por su parte, el letrado de la familia de Sandra, José María Garzón, declaró a los periodistas que los menores "han incurrido en contradicciones", "se incriminan unos a otros" y han reconocido que actuaron inducidos por el mayor de edad. Según manifestó, en la prueba pericial se ha puesto de manifiesto que "hay presencia de ADN que no corresponde a nadie de los que están aquí", por lo que solicitó que esto se investigue. Además, Garzón relató que ha sido un día "tensísimo y absolutamente fatigante" y aseguró que "las familias de las víctimas son los grandes olvidados en la Ley del Menor".
La abogada de "Ramón", Emilio Zaballos, explicó que los menores han reconocido su participación "en alguno de los hechos, pero no en la forma que dice el fiscal" y señaló que su patrocinado "reconoce la violación, pero no el asesinato de Sandra". "El entiende que es cómplice", agregó Zaballos, quien hizo hincapié en que "los tres menores han mantenido la misma línea de que fueron manipulados o inducidos por el que es mayor de edad". La letrada recalcó que los peritos han puesto de manifiesto que en las pruebas de ADN "sale el perfil de mi cliente y otro perfil anónimo". Añadió que ha solicitado para su cliente varias atenuantes, ya que "fue la primera persona que fue detenida, en todo momento colaboró para que los demás fueran identificados". En la sede judicial permanecieron durante todo el día numerosos familiares y vecinos de la fallecida, quienes reclamaron que se modifique la Ley del Menor y recogieron firmas con el objeto de que las víctimas puedan personarse como acusación particular contra los menores que delincan.
Entre las personas que acompañaron a la familia de Sandra se encontraba la madre de Mar Herrero, una joven maquilladora cuyo cadáver fue hallado en una furgoneta en 1999 en Madrid. Por su parte, los padres de "Pumuki", quienes estuvieron presentes en el juicio al igual que los padres de Sandra, fueron increpados por los familiares de la víctima y aseguraron ante los numerosos periodistas presentes que su hijo es inocente.
El cadáver de Sandra fue hallado por un camionero el 17 de mayo quemado en una cuneta de la carretera de Toledo (N-401), en el municipio madrileño de Leganés. Las mismas fuentes indicaron que los tres incurrieron en contradicciones y "tienen discrepancias a la hora de narrar los hechos", mientras que Francisco Javier A., "El Malaguita", quien declaró en la vista oral como testigo, alegó no recordar nada. El fiscal mantuvo pedir ocho años de internamiento para los menores de 17 años y cuatro años de internamiento para el de 14 años por los delitos de detención ilegal, violación y asesinato.
El juicio comenzó a puerta cerrada sobre las 10.30 en el Juzgado de Menores número 5 de Madrid, finalizó sobre las 20.30 y en dos ocasiones tuvieron que acudir a la sede judicial facultativos del SAMUR-Protección Civil para atender a la madre y a la abuela de Sandra Palo debido a que sufrieron desmayos. En un receso, la madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, explicó que "ha sido un juicio muy duro", puesto que -dijo- "he escuchado todas las aberraciones que han hecho a mi hija". Bermúdez recordó que uno de los acusados ha dicho que consumió cocaína, mientras que otro "iba de tripis y de cubatas". "Ahora ninguno se acuerda de nada", concluyó la madre de la víctima, quien poco antes de finalizar la vista oral grito llorando: "yo los tengo que matar a ellos".
Por su parte, el letrado de la familia de Sandra, José María Garzón, declaró a los periodistas que los menores "han incurrido en contradicciones", "se incriminan unos a otros" y han reconocido que actuaron inducidos por el mayor de edad. Según manifestó, en la prueba pericial se ha puesto de manifiesto que "hay presencia de ADN que no corresponde a nadie de los que están aquí", por lo que solicitó que esto se investigue. Además, Garzón relató que ha sido un día "tensísimo y absolutamente fatigante" y aseguró que "las familias de las víctimas son los grandes olvidados en la Ley del Menor".
La abogada de "Ramón", Emilio Zaballos, explicó que los menores han reconocido su participación "en alguno de los hechos, pero no en la forma que dice el fiscal" y señaló que su patrocinado "reconoce la violación, pero no el asesinato de Sandra". "El entiende que es cómplice", agregó Zaballos, quien hizo hincapié en que "los tres menores han mantenido la misma línea de que fueron manipulados o inducidos por el que es mayor de edad". La letrada recalcó que los peritos han puesto de manifiesto que en las pruebas de ADN "sale el perfil de mi cliente y otro perfil anónimo". Añadió que ha solicitado para su cliente varias atenuantes, ya que "fue la primera persona que fue detenida, en todo momento colaboró para que los demás fueran identificados". En la sede judicial permanecieron durante todo el día numerosos familiares y vecinos de la fallecida, quienes reclamaron que se modifique la Ley del Menor y recogieron firmas con el objeto de que las víctimas puedan personarse como acusación particular contra los menores que delincan.
Entre las personas que acompañaron a la familia de Sandra se encontraba la madre de Mar Herrero, una joven maquilladora cuyo cadáver fue hallado en una furgoneta en 1999 en Madrid. Por su parte, los padres de "Pumuki", quienes estuvieron presentes en el juicio al igual que los padres de Sandra, fueron increpados por los familiares de la víctima y aseguraron ante los numerosos periodistas presentes que su hijo es inocente.