L D ( EFE ) "Unos 183 cadáveres han sido ya recuperados", reveló a un grupo de periodistas un portavoz de la municipalidad de Nishaphur, ciudad vecina al lugar del siniestro.
"Todavía quedan más sepultados bajo las cenizas y los herrajes del tren. Más de 260 personas han sido trasladadas a los hospitales para ser tratadas de sus heridas", detalló el portavoz, Hassan Hadiani. La televisión iraní mostró imágenes de los vagones envueltos en llamas y de la población con mascarillas para evitar inhalar el humo, muy denso y tóxico debido a la gasolina y a los fosfatos.
La tragedia comenzó a las 10:45 de la mañana hora local (8:15 GMT) cuando el tren, que arrastraba 51 vagones, algunos cargados con sulfatos, diesel, gasolina y algodón, esperaba para partir en la estación de Abu Muslim, cercana a Neishbour, a unos 600 kilómetros al noroeste de Teherán. De repente, una deflagración de naturaleza desconocida en uno de los vagones puso en marcha todo el convoy, que impelido por la onda expansiva se desplazó por la vía sin control hasta descarrilar en Jayyan, la siguiente estación.
"Todavía quedan más sepultados bajo las cenizas y los herrajes del tren. Más de 260 personas han sido trasladadas a los hospitales para ser tratadas de sus heridas", detalló el portavoz, Hassan Hadiani. La televisión iraní mostró imágenes de los vagones envueltos en llamas y de la población con mascarillas para evitar inhalar el humo, muy denso y tóxico debido a la gasolina y a los fosfatos.
La tragedia comenzó a las 10:45 de la mañana hora local (8:15 GMT) cuando el tren, que arrastraba 51 vagones, algunos cargados con sulfatos, diesel, gasolina y algodón, esperaba para partir en la estación de Abu Muslim, cercana a Neishbour, a unos 600 kilómetros al noroeste de Teherán. De repente, una deflagración de naturaleza desconocida en uno de los vagones puso en marcha todo el convoy, que impelido por la onda expansiva se desplazó por la vía sin control hasta descarrilar en Jayyan, la siguiente estación.
Las víctimas son vecinos de las aldeas colindantes
Equipos de bomberos y de protección civil llegaron de inmediato al lugar de los hechos para tratar de controlar el tren y apagar el fuego, momento en el que se desató la parte más trágica del siniestro. Las llamas se propagaron a toda velocidad por 48 los vagones, lo que causó una segunda y fortísima explosión que rompió los cristales de casas que se encontraban a unos 10 kilómetros a la redonda. "La mayor parte de las víctimas son vecinos de las cinco aldeas que se encuentran en los alrededores del lugar del accidente", dijeron a IRNA responsables locales.
El primer fuego alcanzó algunas de las casas circundantes, y precipitó hacia la zona a curiosos y voluntarios, muchos de los cuales perecieron en la segunda detonación. Entre ellos, y según un teletipo de IRNA, podría estar el Gobernador de Neishabour, Mojtaba Farahmand-Nekou, y varios otros responsables como el alcalde del municipio, el jefe del departamento de Energía y del director Cuerpo de Bomberos. Además, el director general de los ferrocarriles provinciales y el corresponsal de la referida agencia de noticias en la zona han sido dados por desaparecidos.