L D (EFE) Todos los analistas políticos coinciden en que tendrá que esperar la "coronación" del senador por Massachussets, John Kerry, después de la gran actuación de John Edwards, su colega de Carolina del Norte.
Edwards, que logró un 34 por ciento de los votos frente al 35 por ciento de Kerry, se benefició en gran medida de que en las primarias de Wisconsin participan no sólo los votantes y simpatizantes demócratas, sino también los republicanos y los independientes.
Esta circunstancia le valió al joven senador para afirmar en la noche del martes que él es el aspirante demócrata que mayor número de votos puede recibir en un eventual enfrentamiento con el presidente George W. Bush en las elecciones del dos de noviembre. Edwards, que ha hecho una campaña moderada y centrada en la necesidad de crear empleo, se mostró abiertamente eufórico, dijo que su proyección ascendente no ha hecho más que empezar y que "los votantes de Wisconsin han enviado un mensaje claro (...) los objetos en el espejo pueden estar más cerca de lo que parecen".
Edwards, que logró un 34 por ciento de los votos frente al 35 por ciento de Kerry, se benefició en gran medida de que en las primarias de Wisconsin participan no sólo los votantes y simpatizantes demócratas, sino también los republicanos y los independientes.
Esta circunstancia le valió al joven senador para afirmar en la noche del martes que él es el aspirante demócrata que mayor número de votos puede recibir en un eventual enfrentamiento con el presidente George W. Bush en las elecciones del dos de noviembre. Edwards, que ha hecho una campaña moderada y centrada en la necesidad de crear empleo, se mostró abiertamente eufórico, dijo que su proyección ascendente no ha hecho más que empezar y que "los votantes de Wisconsin han enviado un mensaje claro (...) los objetos en el espejo pueden estar más cerca de lo que parecen".
Frente a los inesperados resultados, Kerry ofreció una imagen tranquila y un mensaje sosegado, y consideró que los estadounidenses volvieron a dejar claro quién es su favorito para desafiar a Bush. El veterano senador dijo que el país siente vientos de cambio y reiteró que él es el más indicado para aprovechar su impulso. Kerry sigue manteniendo una cómoda ventaja sobre Edwards en el número de delegados que finalmente designarán al candidato demócrata -más de 500 sobre un mínimo necesario de 2.161- y este jueves está previsto que reciba también el apoyo del mayor sindicato del país.
Todo está a su favor, pero por primera vez en las últimas semanas surgen las dudas por el irresistible avance de Edwards. Las dudas empezarán a resolverse en el llamado "supermartes", el dos de marzo, día en el que se decidirán más de 1.100 delegados en un total de diez estados (entre ellos Nueva York, California y Ohio, tres de los territorios más poblados de Estados Unidos). La jornada puede ser decisiva, pero no definitiva, porque una semana después, el 9 de marzo, las primarias van al sur (Luisiana, Florida, Misisipi y Texas), región en la que el sureño Edwards podría tener mejores opciones que Kerry, que es del nordeste.
De lo que no tendrán que preocuparse más, al menos en principio, es del ex gobernador de Vermont Howard Dean, quien anunció que abandona la campaña. En un acto con seguidores en Burlington (Vermont), Dean confirmó que "ya no voy a perseguir de manera activa la Presidencia", pero anunció que seguirá trabajando activamente para conseguir derrotar al presidente George Bush "cueste lo que cueste". La decisión final se produjo después de volver a ser superado en Wisconsin, donde quedó tercero, por detrás de Kerry y Edwards.
Dean subrayó que su campaña ha logrado que los demócratas se hayan dado cuenta de que "es mejor hacer frente a la agenda conservadora del presidente Bush que cooperar con ella". Sin embargo, no dio pistas acerca de si apoyará a Kerry o a Edwards, y explicó que las papeletas de voto con su nombre seguirán a disposición de los votantes que quieran seguir expresándole su apoyo en futuras citas electorales demócratas.
Todo está a su favor, pero por primera vez en las últimas semanas surgen las dudas por el irresistible avance de Edwards. Las dudas empezarán a resolverse en el llamado "supermartes", el dos de marzo, día en el que se decidirán más de 1.100 delegados en un total de diez estados (entre ellos Nueva York, California y Ohio, tres de los territorios más poblados de Estados Unidos). La jornada puede ser decisiva, pero no definitiva, porque una semana después, el 9 de marzo, las primarias van al sur (Luisiana, Florida, Misisipi y Texas), región en la que el sureño Edwards podría tener mejores opciones que Kerry, que es del nordeste.
De lo que no tendrán que preocuparse más, al menos en principio, es del ex gobernador de Vermont Howard Dean, quien anunció que abandona la campaña. En un acto con seguidores en Burlington (Vermont), Dean confirmó que "ya no voy a perseguir de manera activa la Presidencia", pero anunció que seguirá trabajando activamente para conseguir derrotar al presidente George Bush "cueste lo que cueste". La decisión final se produjo después de volver a ser superado en Wisconsin, donde quedó tercero, por detrás de Kerry y Edwards.
Dean subrayó que su campaña ha logrado que los demócratas se hayan dado cuenta de que "es mejor hacer frente a la agenda conservadora del presidente Bush que cooperar con ella". Sin embargo, no dio pistas acerca de si apoyará a Kerry o a Edwards, y explicó que las papeletas de voto con su nombre seguirán a disposición de los votantes que quieran seguir expresándole su apoyo en futuras citas electorales demócratas.