L D (EFE) Tras el cierre, los jefes de mesa han dado inicio al recuento, que se espera largo y laborioso debido al sistema electoral y los medios técnicos.
Los iraníes tiene derecho a votar en cualquier lugar, sin atenerse a padrones, con la simple presentación del documento de identidad.
Sobre las mesas, existen una papeletas que deben rellenar con el nombre de los candidatos a los que quieren elegir en la circunscripción en la que voten. En Teherán, por ejemplo, más de 1.200 aspirantes optaban a uno de los 30 escaños asignados a la ciudad, de los 290 que componen el Parlamento. Los representantes de las dos principales tendencias políticas del país –conservadores y reformistas– temían que la abstención fuera la principal vencedora de una comicios que han quedado marcados por la polémica y la apatía de los votantes.
Tanto el líder supremo de la revolución, el ayatolá Ali Jamenei, cabeza de los conservadores, como el presidente del país, el aperturista Mohamed Jatami, hicieron este viernes por la mañana un llamamiento a la población para que acudiera de forma masiva a las urnas, lo que al final parece que no ha ocurrido. La abstención beneficiaría, en principio, a los conservadores, que podrían recuperar el control de la Cámara. La complejidad del sistema iraní y los medios con los que cuenta hace que los primeros resultados, tanto de participación como del escrutinio, se esperen para este sábado a lo largo de la mañana.
Los 46 millones de iraníes mayores de 15 años estaban llamados a votar a 4.737 candidatos, después de que el Consejo de Guardianes vetase las candidaturas de 2.517 personas de tendencia reformista y otras 888 se retiraran en los últimos días en solidaridad con los anteriores. En los pasados comicios del año 2000 votó un 83 por cien del electorado, que se inclinó mayoritariamente por candidatos reformistas. Sin embargo, a pesar de su importante victoria, los reformistas se han enfrentado constantemente con el propio líder supremo y otras instituciones bajo su tutela, por lo que tampoco han logrado ejercer una gran influencia en el rumbo político del país.
El séptimo Parlamento no quedará compuesto hasta dentro de unos meses, ya que las elecciones se han pospuesto en Bam debido al terremoto que asoló la ciudad el pasado diciembre y segó la vida de 45.000 personas.