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Bush pide poner en marcha una "fuerte presencia de seguridad" en Haití

El presidente de EEUU, George W. Bush, ha pedido a la comunidad internacional el envío a Haití de una "fuerte presencia de seguridad". Ya se han producido los primeros altercados en Puerto Príncipe, la capital de Haití, y la Embajada española ha tenido que posponer la evacuación de la colonia de españoles residentes en el país caribeño.

El presidente de EEUU, George W. Bush, ha pedido a la comunidad internacional el envío a Haití de una "fuerte presencia de seguridad". Ya se han producido los primeros altercados en Puerto Príncipe, la capital de Haití, y la Embajada española ha tenido que posponer la evacuación de la colonia de españoles residentes en el país caribeño.
L D (EFE) En unas declaraciones a la prensa durante su reunión con el presidente de Georgia, Mijail Shaakashvili, Bush indicó que Estados Unidos analiza con sus aliados cómo sería dicho despliegue, pero no quiso aportar más detalles.

El presidente también repitió el mensaje lanzado por la Casa Blanca en los últimos días, acerca de que el servicio de Guardacostas de EEUU repatriará a todos los balseros haitianos que intenten ganar el suelo estadounidense. "Hemos sido muy claros acerca de este punto con el gobierno haitiano", declaró el presidente.
 
"Aconsejo firmemente a todos los haitianos a que permanezcan en su país y trabajen en pro de una solución pacífica", añadió Bush. El gobierno de EEUU, indicó el presidente, se encuentra en estrecho contacto con las partes enfrentadas en Haití, así como con los representantes del resto de países que intentan mediar entre Aristide y la oposición (Canadá, Francia y los países de la Comunidad del Caribe, Caricom). "Queremos ver una solución política al conflicto", afirmó Bush.
 
La oposición haitiana expresó el martes su rechazo al plan de paz propuesto por los países mediadores y al que Aristide ya ha dado su visto bueno. Este plan prevé que el presidente haitiano se mantenga en su cargo, pero se crearía una comisión tripartita entre la presidencia, la oposición y la comunidad internacional para el nombramiento de un primer ministro que sea aceptable para todas las partes, además de contemplar la celebración de elecciones en noviembre próximo.

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