L D (EFE) Ha sido precisamente esa carta, hallada en un piso de ETA de la localidad gala de Tarbes después de la primera detención, a finales de 2002, del jefe de los pistoleros Ibon Fernández Iradi "Susper", la que ha permitido el arresto de Ayensa y de Sergio Medina Azanza e Iker Isiegas Garisoain.
Ayensa, que se encontraba en la cárcel acusado de varios atentados, fue puesto recientemente en libertad por el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco al haberse cumplido, según defiende el magistrado, los dos años de prisión preventiva y no haberse decretado la prórroga de esta medida. La excarcelación fue acompañada de medidas cautelares y se produjo contra el criterio del fiscal Ignacio Gordillo.
Las detenciones practicadas ahora por orden de Garzón están relacionadas con otra causa diferente a las investigadas por Ruiz Polanco, en concreto con la explosión, en diciembre de 1999 en Pamplona, de un artefacto que los arrestados transportaban en un vehículo para perpetrar con él una acción de terrorismo callejero en un cajero automático. Las fuentes precisaron que Ayensa, de 25 años, fue detenido en su domicilio de la localidad navarra de Ainzoain y tuvo que ser reducido por los agentes de la Policía en el tejado de la vivienda, por donde intentó darse a la fuga.
Tras una comisión rogatoria internacional, las autoridades judiciales españolas han podido conocer el contenido de una carta que Ayensa envió a la dirección de ETA, a la que quería demostrar que estaba cualificado para cometer atentados. En esa misiva, que ha permitido su detención, Ayensa se responsabiliza de la colocación, el 24 de enero de 2001, de una bomba-lapa en el vehículo del subteniente del Ejército José Díaz Pareja, que no llegó a explotar.
También se responsabiliza de la colocación de otras dos bombas-lapa en el coche de un concejal de Barañain, aunque falló en ambas ocasiones, y del intento de atentado en Pamplona por el que ahora ha sido detenido.
Ayensa elaboró en el año 2000 información para el grupo "Ekaitza" sobre un empresario que no cedió a la extorsión, varios políticos y al menos tres miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y militares. En la relación de las actividades que Ayensa enumera en la carta, el etarra implica a los otros dos detenidos en la operación policial de la noche del martes.
Por su parte, Sergio Medina, de 27 años, fue detenido en 1996 en Pamplona por participar junto con un grupo de encapuchados en el lanzamiento de cohetes pirotécnicos, cócteles molotov y otros objetos a miembros del Cuerpo Nacional de Policía. En septiembre de 1999, Medina fue arrestado por la Ertzaintza por desórdenes públicos en la clausura del Festival de Cine de San Sebastián. Iker Isiegas, también de 27 años, cuenta con antecedentes por terrorismo callejero como miembro de Jarrai, entre ellas la realización de pintadas en Pamplona a favor de ETA.
Ayensa, que se encontraba en la cárcel acusado de varios atentados, fue puesto recientemente en libertad por el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco al haberse cumplido, según defiende el magistrado, los dos años de prisión preventiva y no haberse decretado la prórroga de esta medida. La excarcelación fue acompañada de medidas cautelares y se produjo contra el criterio del fiscal Ignacio Gordillo.
Las detenciones practicadas ahora por orden de Garzón están relacionadas con otra causa diferente a las investigadas por Ruiz Polanco, en concreto con la explosión, en diciembre de 1999 en Pamplona, de un artefacto que los arrestados transportaban en un vehículo para perpetrar con él una acción de terrorismo callejero en un cajero automático. Las fuentes precisaron que Ayensa, de 25 años, fue detenido en su domicilio de la localidad navarra de Ainzoain y tuvo que ser reducido por los agentes de la Policía en el tejado de la vivienda, por donde intentó darse a la fuga.
Tras una comisión rogatoria internacional, las autoridades judiciales españolas han podido conocer el contenido de una carta que Ayensa envió a la dirección de ETA, a la que quería demostrar que estaba cualificado para cometer atentados. En esa misiva, que ha permitido su detención, Ayensa se responsabiliza de la colocación, el 24 de enero de 2001, de una bomba-lapa en el vehículo del subteniente del Ejército José Díaz Pareja, que no llegó a explotar.
También se responsabiliza de la colocación de otras dos bombas-lapa en el coche de un concejal de Barañain, aunque falló en ambas ocasiones, y del intento de atentado en Pamplona por el que ahora ha sido detenido.
Ayensa elaboró en el año 2000 información para el grupo "Ekaitza" sobre un empresario que no cedió a la extorsión, varios políticos y al menos tres miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y militares. En la relación de las actividades que Ayensa enumera en la carta, el etarra implica a los otros dos detenidos en la operación policial de la noche del martes.
Por su parte, Sergio Medina, de 27 años, fue detenido en 1996 en Pamplona por participar junto con un grupo de encapuchados en el lanzamiento de cohetes pirotécnicos, cócteles molotov y otros objetos a miembros del Cuerpo Nacional de Policía. En septiembre de 1999, Medina fue arrestado por la Ertzaintza por desórdenes públicos en la clausura del Festival de Cine de San Sebastián. Iker Isiegas, también de 27 años, cuenta con antecedentes por terrorismo callejero como miembro de Jarrai, entre ellas la realización de pintadas en Pamplona a favor de ETA.