LD (EFE) El Eurogrupo no consiguió llegar esta noche a un acuerdo sobre el
candidato a la sucesión de Solans, cuyo mandato acaba el próximo 31 de marzo. En cualquier caso, la decisión deberá ser confirmada por el Ecofín, que elevará una "recomendación" a los jefes de Estado y de gobierno de los Quince, de quienes dependen definitivamente la decisión.
El vicepresidente primero del Gobierno, Rodrigo Rato, propuso el mes pasado a González Páramo para este puesto y consideró que es una persona "con suficientes capacidades" para representar los intereses europeos en el consejo ejecutivo del BCE.
Hasta la fecha, Bélgica, Irlanda, Luxemburgo y Portugal son los cuatro de doce miembros de la zona euro que aún no han estado representados en este organismo, que decide, junto con los doce gobernadores de los bancos centrales, la política monetaria para 306 millones de europeos. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, reiteró el pasado jueves que las cualificaciones profesionales siguen siendo más importantes que la nacionalidad para elegir a un miembro del directorio, aunque dejó entrever que la política es la que tiene la última palabra al respecto.
La sucesión de Domingo Solans se ha convertido en una dura batalla entre los países pequeños y grandes de la eurozona. Estos últimos no quieren estar ausentes en el directorio cuando se agote el mandato de sus nacionales, mientras aquellos defienden la opción de turnarse. También concurren a la sucesión de Domingo Solans el belga Peter Praet, miembro de la comisión ejecutiva del banco central belga, y el irlandés Michael Tutty, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Fuentes del BCE señalaron que los ministros del Eurogrupo podrían aplicar el procedimiento de la mayoría cualificada por el que el candidato español saldría, con toda probabilidad, elegido