El Amore e Vita, que corre con la licencia y colores de la Ciudad del Vaticano, y quiere luchar contra el aborto (motivo que dio luz al equipo) y contra el dopaje, ha recibido por decimosexta vez la bendición del Santo Pontífice. Ha sido un acto enmarcado dentro de la habitual audiencia general de los miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro y al que han asistido unos 14.000 fieles, pese al tiempo gris y la lluvia.
Tras recibir la bendición del Papa, los integrantes del Amore e Vita, corredores, técnicos, masajistas y dirigentes, con su patrón Ivano Fanini a la cabeza, acudieron a saludar a Juan Pablo II, al que entregaron un maillot del equipo, una bicicleta y el último trofeo conquistado por el conjunto. Asimismo, se han hecho varias fotografías. Manzano era uno de los más emocionados del grupo. Tanto que fue el único en besar la mano del Pontífice, lo que hizo en dos ocasiones.
"Me ha dado la oportunidad el Amore e Vita y Fanini, y les tengo que dar las gracias por confiar en mí, por darme una segunda oportunidad y estar presente ante Juan Pablo II", indicaba un Manzano que ha revelado que estuvo a punto de retirarse tras sufrir una caída en la pasada edición del Tour de Francia: "Pensé en colgar la bicicleta, en montar junto a mi novia, y con la ayuda de mi madre, que es la ayuda que tengo, una tienda de ropas, de bisutería o de cualquier otra cosa. Pero hasta que no he soltado lo que tenía dentro, no me he quedado a gusto".
El corredor español reconoce haber pasado "una etapa muy dura" con sus declaraciones: "Ha sido muy duro, pues me he enfrentado no sólo a España entera, sino también a muchos países". "Espero que esto sirva, pero ya se ha visto que aquí (en el ciclismo) hay mucho cobarde o gente que lo tiene muy bien montado. que tiene un monopolio donde se mueve mucho dinero y realmente a nadie en esta vida le gusta perder dinero. Casi todo se mueve por dinero", ha añadido Manzano. Al de Zarzalejo (Madrid) se le abre ahora una nueva etapa. Pero su vuelta a la competición podría retrasarse y no sólo por la lesión en la rodilla izquierda que padece. "Ahora está la Federación Española, la UCI, y ya he oído por ahí esta mañana que voy a ser sancionado. No me aparto de sanciones, de las decisiones de la Fiscalía, de nada, pero sólo digo que cada uno tome su decisión", dice.
"No he culpado a nadie, sólo he hablado de lo mío"
Manzano, con sus confesiones sobre el dopaje, sin duda ha abierto una vía. Pero duda de que muchas de las personas la sigan, pese a que su ex-compañero Eligio Requejo haya confirmado sus palabras: "Le doy las gracias por sus declaraciones, pues demuestran que no estoy loco y que no me he inventado nada". "Pero creo que va a ser muy difícil que más personas del ciclismo hablen de dicho asunto. Vuelvo a poner la palabra dinero. Aquí nadie se quiere mojar con lo suyo, nadie quiere que se lave su ropa. No es lo mismo ganar ocho o diez millones de las antiguas pesetas, que ganar 150.000 pesetas", ha dicho.
Manzano es consciente de que ahora, cuando vuelva a correr, todos los "ojos del ciclismo" se volverán sobre él y muchos de manera algo "morbosa" o esperando que no realice buenas prestaciones: "Mi nuevo equipo, desde luego, no me ha metido ninguna presión y del resto me da lo mismo". "Me da igual que se piense lo que se piense. Yo ya he contado lo que me ha ocurrido a mí. No he culpado a ningún ex-compañero ni a ningún equipo, sólo he hablado de lo mío, que ello quede claro. No hay que ser malpensado", apunta. Y es que Manzano lo que ahora desea es recuperarse y "correr". "Si tengo que llegar el ultimo, pues seguiré. Ha habido gente que ha llegado el último y, más adelante, el primero", concluyó.