L D (EFE) Entre los testimonios de milicianos hutus y refugiados tutsis, presentados este lunes en París pero filmados en febrero en Ruanda por el cineasta Georges Kapler, destacan los relativos a la misión militar-humanitaria francesa "Turquesa", lanzada en junio de 1994 en el suroeste del país africano.
Algunas personas que lograron huir de la masacre dicen que los franceses no hicieron nada por impedirla, mientras que varios milicianos que participaron en el genocidio afirman, desde una cárcel de su país, que fueron entrenados y ayudados por Francia, informa el CIC.
Por su parte, París siempre ha negado las acusaciones que implican a Francia como cómplice en el genocidio.
Algunas personas que lograron huir de la masacre dicen que los franceses no hicieron nada por impedirla, mientras que varios milicianos que participaron en el genocidio afirman, desde una cárcel de su país, que fueron entrenados y ayudados por Francia, informa el CIC.
Por su parte, París siempre ha negado las acusaciones que implican a Francia como cómplice en el genocidio.
Medio de millón de muertos
Ruanda conmemorará el próximo miércoles, por medio de una serie de ceremonias pensadas para luchar contra el olvido de los hechos, el décimo aniversario del genocidio, en el que fueron asesinadas más de medio millón de personas.
Ruanda conmemorará el próximo miércoles, por medio de una serie de ceremonias pensadas para luchar contra el olvido de los hechos, el décimo aniversario del genocidio, en el que fueron asesinadas más de medio millón de personas.
El Memorial Nacional del Genocidio de Gisozi será inaugurado en Kigali, en presencia de jefes de Estado africanos y la diplomacia internacional, el próximo 7 de abril, declarado por la ONU Día Internacional para la Reflexión sobre el Genocidio.
Francia estará representada por Renaud Muselier, secretario de Estado de Exteriores, y con su presencia en los actos "quiere mostrar su compasión, respeto y homenaje a las memoria de las víctimas", según ha declarado este lunes un portavoz oficial,
El genocidio ruandés comenzó poco después de la muerte, el 6 de abril de 1994, del presidente Juvenal Habyarimana, cuyo avión fue derribado cuando se aproximaba al aeropuerto de Kigali. Desde entonces, y a lo largo de tres meses, más de 500.000 tutsis y hutus políticamente moderados fueron masacrados, con machetes y armas de fuego, por milicias, soldados del Ejército y la propia población civil, alentada por la radio extremista Mil Colinas y por líderes locales.