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Se reanuda el registro en la fábrica de explosivos de ETA tras procesar a los dos últimos detenidos

Las jueces antiterroristas Laurence Le Vert y Marie-Antoinette Houyvet, que procesaron al etarra Ceberio, encargado del depósito, y a Saint-Pée, que les facilitó el escondite a los terroristas, han acudido a la casa de la aldea de Saint-Michel, a unos 10 kilómetros de la frontera con España, para reanudar el registro.

L D (EFE) La fábrica clandestina de ETA fue descubierta el pasado domingo gracias a papeles incautados en el arresto del dirigente "histórico" y coordinador de ETA Félix Alberto López de Lacalle, Mobutu, y su compañera y lugarteniente Mercedes Chivite, el pasado viernes cerca de Angulema.

Ese día, también fue apresado el jefe etarra encargado de facilitar la infraestructura para los atentados, Iñaki Esparza Luri, a las afueras de Dax. Su predecesor, Asier Oyarzabal, Baltza, había sido detenido en septiembre de 2001.

Mobutu, Chivite y Esparza fueron procesados a comienzos de semana y encarcelados en París. Este miércoles, los dos últimos detenidos también han sido procesados por asociación de malhechores con fines terroristas y otros cargos.

El primer inventario de la granja de Saint-Michel reveló la presencia de cientos de kilogramos de explosivos, hasta media tonelada, granadas "Jotake" y otros proyectiles, armas cortas y largas, municiones y materiales electrónicos, además de documentación. Se prevé que el minucioso registro de la fábrica, con la recogida de huellas digitales y otros datos genéticos, se prolongará durante varios días.

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