(Libertad Digital) Todo el discurso de Zapatero ha girado en torno a la palabra diálogo. Diálogo para hacer que Maruecos tenga un estatus especial en su relación con la UE, diálogo para luchar contra la inmigración ilegal, diálogo para profundizar en el ámbito pesquero, diálogo para solucionar el conflicto del Sáhara. No ha habido acuerdos concretos tras esta primera visita de Zapatero como presidente del Gobierno a Marruecos aunque el jefe del Ejecutivo ha constatado la buena disposición de las autoridades marroquíes para abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
La única novedad es que el presidente del Gobierno quiere sentar un precedente en sus comparecencias en el exterior y a partir de ahora no habrá preguntas de los periodistas sobre la política nacional. La única que le han hecho, acerca de las contradicciones del Ejecutivo sobre la reforma de la financiación autonómica y la presión que ERC está ejerciendo al respecto no ha sido contestada. En un tono muy cordial, Zapatero ha aclarado que se centraría únicamente en los asuntos abordados en su viaje.
Ceuta y Melilla, sin comentarios
El tono cordial lo ha mantenido a lo largo de toda la rueda de prensa salvo en un momento determinado. El enviado especial de la Cope le preguntó: "¿Ha abordado, bien con el rey de Marruecos o con el primer ministro la cuestión de Ceuta y Melilla? Y en caso de que no se hubiera abordado saber cuál es la posición del nuevo Ejecutivo español". Con gesto serio, Zapatero se limitó a contestar que "la primera vez que oigo hablar de Ceuta y Melilla es ahora con su pregunta. Por tanto, no se ha abordado". De la postura española sólo dijo que "es conocida".Acogida inmejorable
En el resto de la comparecencia, en la que fueron los periodistas marroquíes los que más preguntaron, Zapatero se ha limitado a confirmar que expresó al rey de Marruecos y al primer ministro su deseo de que "comience una etapa de plena cooperación, de pleno diálogo entre Marruecos y España. Un diálogo sustentado en la lealtdad recíproca, en el entendimiento permanente y la comunicación constante". De momento, el presidente se marcha satisfecho de Marruecos, donde ha agradecido el trato y la disposición "inmejorables" del rey y del Gobierno.
En varias ocasiones han repetido que, con diálogo, "vamos a intensificar la relación y el apoyo mutuo frente al terrorismo internacional". También desde el diálogo, dijo, se intensificará "la relacion economica, que ya es muy importante". Otro de los objetivos es "mejorar y reforzar el trabajo conjunto para tener una inmigración ordenada". En este sentido, reconoció los "pasos muy importantes" que está dando Marruecos en la lucha contra la inmigración ilegal.
No ha habido concreciones, tampoco sobre el conflicto del Sáhara. Zapatero se limitó a recordar que "el Gobierno de España entiende que la solución es el acuerdo de todas las partes" y que "se pueden armonizar los derechos de las partes a traves del diálogo. El camino es el adecuado, el de Naciones Unidas".
Lo que ya es un hecho a raíz de la visita de Zapatero es el apoyo del Gobierno español a la candidatura marroquí para acoger los mundiales de fútbol de 2010. Para más adelante dejó la visita pendiente de los Reyes de España a Marruecos.