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Aznar cree que el 13-M se quiso "resucitar" una España de enfrentamientos con infamias

Aznar deja su testamento político en el libro Ocho años de Gobierno, de próxima publicación, en el que se detiene en los acontecimientos del 13-M. Era el día de reflexión y llegaba 48 horas después del peor atentado terrorista. Entonces "se quiso resucitar una España de enfrentamientos civiles entre compatriotas" y recuerda que "el Gobierno surgido de esas elecciones cometerá un grave error si cree que sobre lo que se manifestó el 13 de marzo en algunas calles y medios de comunicación se puede fundar una política democrática y nacional".

L D (EFE) Aznar describe en su libro, editado por Planeta, que se buscó la confrontación mediante "los insultos" y "las infamias" sufridos por el Partido Popular. Pese al intento, aclara, "no lo consiguieron". Tampoco, cree el ex presidente, lo conseguirán en un futuro porque "la España en la que yo vivo, los 9,5 millones de votantes que respaldaron al PP el 14 de marzo no van a consentir ese salto en el tiempo", ni tampoco "la inmensa mayoría" de los demás votantes. Recuerda el respaldo obtenido por su partido en las últimas elecciones, con casi diez millones de votos, y advierte de que "el Gobierno surgido de esas elecciones cometerá un grave error si cree que sobre lo que se manifestó el 13 de marzo en algunas calles y medios de comunicación se puede fundar una política democrática y nacional".

No hay sombras en la acción del Gobierno

Aunque en las últimas semanas El Mundo ha sacado a la luz los "agujeros negros" del 11-M, Aznar no entra en la polémica sobre la información filtrada al PSOE y su utilización en beneficio propio en las horas previas a las elecciones. Se limita a defender la actuación de su Gobierno. Relata que desde que se abrió la investigación por los atentados "yo mismo y el Gobierno creímos que ETA era la autora material" y recuerda que "no fuimos los únicos ni en España ni fuera de España". Además trae a colación que "no hubo ni un solo representante del Estado, ni un solo medio de comunicación, que adelantara otra hipótesis en aquellos momentos", porque lo sucedido "encajaba bien" con los intentos frustrados por las fuerzas de seguridad.

Recuerda que después de la interceptación en Cuenca de una furgoneta con 500 kilos de explosivos, "hubo quien, en el Partido Socialista, puso en duda la acción antiterrorista del Gobierno y sugirió que la aprehensión" era "algo parecido a un montaje". A cuatro días de unas elecciones, dice que ya pensó "en la posible influencia de los atentados en el resultado electoral" y explica que una primera lección es que "la violencia terrorista no puede ser utilizada con fines políticos o partidistas".

Ejemplo de Acebes

El ex presidente destaca que el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, informó "cuantas veces fue necesario y tan pronto se iba corroborando cualquier nuevo dato" y, aunque dice que respeta a quienes "de buena fe" se preocuparan por que el Gobierno se guardara información, asegura que siempre ha dicho la verdad en la lucha antiterrorista.

A esa preocupación explica que respondió la desclasificación de documentos del Centro Nacional de Inteligencia "que no eran comprometedores" para la investigación, dice que no fue "un simple gesto de exculpación" y expresa reconocimiento a la profesionalidad de los responsables de seguridad.

Aznar insiste en su idea de que "ETA y el terrorismo islámico merecen el mismo rechazo y la misma respuesta" y considera que "tal vez la opinión pública española no era lo suficientemente consciente, hasta el 11 de marzo, del alcance de la amenaza del terrorismo islámico". "Si es así, el Gobierno tiene sin duda una responsabilidad que asumir", concluye el ex presidente, quien agrega que en España y en el mundo se detectaron elementos de las redes de ese terrorismo pero, "el 11 de marzo, desgraciadamente, no supimos hacerlo".
 
Aclarar las dudas

Atribuye al "Gobierno salido de las elecciones del 14 de marzo" la "especial responsabilidad" de expresar "en gestos y acciones" lo que los españoles dijeron con las masivas manifestaciones del día 12, y agrega que también tiene responsabilidad "ante la verdad".

Sin citarlo, se refiere al actual portavoz parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien dijo en la noche del 13 al 14 que el Gobierno estaba mintiendo" y considera que "una vez demostrada la falsedad de estas gravísimas acusaciones" y sabiendo que "violaron la ley electoral", deben probar que "no entrañaban una interpretación conscientemente sesgada de una realidad que conocían a la perfección".

Asegura que no tiene "dudas acerca de la legitimidad del Gobierno español que salió de las elecciones del 14 de marzo", pero advierte de que "el tiempo pondrá las cosas en su lugar y, como todos sabremos la verdad sobre lo ocurrido entre el 12 y el 14 de marzo, también sabremos quién actuó en consecuencia con la ver

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