L D (EFE) El Tau dio la de cal con una gran exhibición en los primeros veinte minutos para luego caer de una manera increíble en su rendimiento y tensión hasta ofrecer la de arena en la continuación frente a un adversario que fue de menos a más.
El comienzo del equipo vitoriano fue realmente espectacular. Endosó la friolera de 22 puntos -sólo siete del Estudiantes- en los primeros cinco minutos del primer cuarto. Y todo ello a base de imprimir un ritmo trepidante al choque como fruto de un juego físico espectacular. A la vez, una defensa muy agresiva y el gran dominio del rebote bajo ambos tableros (doce de los locales por cuatro de los madrileños en el cuarto inicial), hicieron el resto para redondear la paliza.
Un oportuno tiempo muerto de Pepu Hernández sirvió para frenar la sangría, para lo que fue necesario sentar al base Corey Brewer -muy desacertado- y al pívot Felipe Reyes -muy flojo y lento de salida-, dando entrada en pista a hombres como Nacho Azofra, que mejoró de manera notable la labor del estadounidense en la dirección del juego estudiantil, y el vitoriano Iker Iturbe. Sin embargo, un triple de José Manuel Calderón sobre la bocina dejó el marcador con un prometedor 30-18 al final de esos primeros diez minutos de juego.
El segundo cuarto fue todavía mejor para los baskonistas pese a la reacción visitante liderada por Andre Patterson e Iker Iturbe, ya que la defensa en zona (2-3) del técnico colegial fue destrozada a base de triples por Prigioni y Calderón, bien secundados por Sergi Vidal y Macijauskas. Como era de esperar, se llegó al minuto 20 con un resultado abrumador de 58-32 tras nueve triples anotados por el Tau -de catorce intentos-, todos ellos antes del descanso. En la faceta reboteadora, dominio aplastante del equipo alavés en el intermedio, con 24 capturas (15 en defensa y 9 en ataque), por sólo diez para el equipo madrileño (8 y 2).
El Estudiantes no podía consentir tanta humillación y, a base de mucho orden y acierto ofensivo, tras un tremendo parcial de 2-23, redujo claramente la diferencia en su contra hasta el 60-55 del minuto 29 para meterse de nuevo en el partido. El Tau se atascó muchísimo en ataque y su socavón en cuanto a juego, tras una mala salida en el comienzo del tercer cuarto, fue de grandes proporciones. Pero el equipo vitoriano maquilló algo el marcador al final del tercer cuarto con un triple providencial de Prigioni -el cuarto de su cuenta particular-, para poner un 67-58 al filo del minuto 30.
A falta de cinco minutos para el final, el equipo estudiantil no pudo culminar la remontada tras el notable bajón de los locales, que dominaban el electrónico por una diferencia de once puntos (73-62). Macijauskas -con 27 puntos en total y 31 de valoración final- era el hombre clave en ataque para el Tau en los dos minutos finales. No le tembló la mano en ningún momento y condujo a la victoria de su equipo, que terminó imponiéndose por once puntos. El mejor hombre del Estudiantes, y con mucho, ha sido Andre Patterson, con 20 puntos, diez rebotes (siete defensivos y tres ofensivos), tres balones recuperados y una valoración final de 25.
El comienzo del equipo vitoriano fue realmente espectacular. Endosó la friolera de 22 puntos -sólo siete del Estudiantes- en los primeros cinco minutos del primer cuarto. Y todo ello a base de imprimir un ritmo trepidante al choque como fruto de un juego físico espectacular. A la vez, una defensa muy agresiva y el gran dominio del rebote bajo ambos tableros (doce de los locales por cuatro de los madrileños en el cuarto inicial), hicieron el resto para redondear la paliza.
Un oportuno tiempo muerto de Pepu Hernández sirvió para frenar la sangría, para lo que fue necesario sentar al base Corey Brewer -muy desacertado- y al pívot Felipe Reyes -muy flojo y lento de salida-, dando entrada en pista a hombres como Nacho Azofra, que mejoró de manera notable la labor del estadounidense en la dirección del juego estudiantil, y el vitoriano Iker Iturbe. Sin embargo, un triple de José Manuel Calderón sobre la bocina dejó el marcador con un prometedor 30-18 al final de esos primeros diez minutos de juego.
El segundo cuarto fue todavía mejor para los baskonistas pese a la reacción visitante liderada por Andre Patterson e Iker Iturbe, ya que la defensa en zona (2-3) del técnico colegial fue destrozada a base de triples por Prigioni y Calderón, bien secundados por Sergi Vidal y Macijauskas. Como era de esperar, se llegó al minuto 20 con un resultado abrumador de 58-32 tras nueve triples anotados por el Tau -de catorce intentos-, todos ellos antes del descanso. En la faceta reboteadora, dominio aplastante del equipo alavés en el intermedio, con 24 capturas (15 en defensa y 9 en ataque), por sólo diez para el equipo madrileño (8 y 2).
El Estudiantes no podía consentir tanta humillación y, a base de mucho orden y acierto ofensivo, tras un tremendo parcial de 2-23, redujo claramente la diferencia en su contra hasta el 60-55 del minuto 29 para meterse de nuevo en el partido. El Tau se atascó muchísimo en ataque y su socavón en cuanto a juego, tras una mala salida en el comienzo del tercer cuarto, fue de grandes proporciones. Pero el equipo vitoriano maquilló algo el marcador al final del tercer cuarto con un triple providencial de Prigioni -el cuarto de su cuenta particular-, para poner un 67-58 al filo del minuto 30.
A falta de cinco minutos para el final, el equipo estudiantil no pudo culminar la remontada tras el notable bajón de los locales, que dominaban el electrónico por una diferencia de once puntos (73-62). Macijauskas -con 27 puntos en total y 31 de valoración final- era el hombre clave en ataque para el Tau en los dos minutos finales. No le tembló la mano en ningún momento y condujo a la victoria de su equipo, que terminó imponiéndose por once puntos. El mejor hombre del Estudiantes, y con mucho, ha sido Andre Patterson, con 20 puntos, diez rebotes (siete defensivos y tres ofensivos), tres balones recuperados y una valoración final de 25.