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PORTABAN LA GIRNALDA FLORAL

Los niños tuvieron que ser desalojados del altar porque no dejaban de jugar y pelearse

Los siete niños que acompañaron a los novios hasta el Altar Mayor de la Catedral de la Almudena alborotaron de tal manera durante la celebración de la ceremonia nupcial que tuvieron que ser amonestados en varias ocasiones por su cuidadora, siendo sacados a los pocos minutos de la zona del altar, a pesar de que se había habilitado para ellos una zona de cojines detrás de la misma Familia Real.

L D (Agencias) El mayor de los sobrinos de Don Felipe, Froilán, hijo de los Duques de Lugo y el más inquieto de todos, provocaba continuamente al resto de los pequeños, queriendo iniciar con ellos juegos y peleas constantes. Mientras, su primo Juan Valentín, el mayor de los hijos de Doña Cristina, le imitaba continuamente.
 
Incluso, en un determinado momento Froilán propinó una "patada" a la más mayor de las niñas del cortejo, Victoria López de Quesada, volviendo rápidamente a colocarse en su sitio entre risas. Las más mayores, Victoria Codorniu, y Claudia Gonzalez, que hicieron las veces de Damas de Honor, les llamaban "al orden" con cara de preocupación.
 
Por fin, una de sus cuidadoras, les llevó a una zona más alejada al comprobar que no cesaban en sus juegos. Después de varios días ensayando su entrada en el templo portando la girnalda de flores, esta mañana, y ante la incesante lluvia, llegaron en coche y tan sólo acompañaron a la novia a lo largo del pasillo de entrada al templo.
 
Felipe Juan Froilán, Victoria Federica, hijos de Doña Elena, y los tres hijos de la Infanta Cristina, así como la sobrina de Doña Letizia, Carla Vigo, hija de su hermana Erika y Victoria López Quesada, hija de S.A.R Cristina de Borbón Dos Sicilias, fueron vestidos por Lorenzo Caprile con trajes de inspiración del siglo XVIII español en colores oro y blanco.
 
Los trajes de los niños estaban ideados en base a los que lucen los Duques de Osuna y el Infante niño Don Francisco de Paula, en los retratos que se encuentran en el Museo del Prado. EL vestido de las niñas estaba compuesto por falda o basquiña españolizada con una banda amarilla atada a la cintura. Todos lucían zapatos con hebilla, que en el caso de la pequeña Carla acabaron en las escaleras laterales del altar, cuando se deshizo de ellos en un espontáneo gesto.
 
Las Damas de Honor, que en todo momento estuvieron pendientes de la cola del vestido de la novia, especialmente en el exterior para que no se ensuciara por el suelo mojado, estaban ataviadas con jubones adornados con cintas y plizados y delantales bordados, con manoletinas y redecillas en el pelo.
La girnalda floral que los pequeños portaron es símbolo antiquísimo de alegría, abundancia y felicidad y encierra referencias a tradiciones españolas como los niños Magos o Majos, que, como las Cruces de Mayo, se celebran este mes.

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