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El Barcelona vuelve a ganar al Unicaja y se pone a una victoria de la final (82-73)

Dejan Bodiroga tiró de su papel de estrella para asegurarle a su equipo, el Barcelona, el factor pista en la semifinal ante el Unicaja, obligado ahora a ganarle tres partidos consecutivos a los azulgrana, el último de ellos en el Palau Blaugrana, si quiere seguir adelante. Este domingo el Estudiantes deberá ganar al Tau Cerámica si no quiere verse en la misma tesitura que el Unicaja.
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L D (EFE) Lo visto en la Ciudad Condal en los dos primeros compromisos, sin embargo, invita a pensar más en que los barcelonistas se pueden hacer con el pase a la final por la vía rápida que en una remontada andaluza. El Barcelona lo ha tenido mucho más fácil ante Unicaja que en la anterior ronda frente al Auna, aunque este sábado haya tenido que recurrir a un Bodiroga que, con 27 puntos, firmó su mejor en unas eliminatorias por el título, ya que su anterior récord, de 1998 cuando militaba en el Real Madrid, era de 26 puntos.

El parcial de 7-0 con el que los barcelonistas abrieron el encuentro, tras tener a su rival cuatro minutos sin anotar, sirvió de entrada para que los azulgrana estuviesen todavía más cómodos sobre la pista que en el enfrentamiento del jueves. La defensa inculcada por Svetislav Pesic a sus jugadores funcionó mejor que hace dos días y asfixió a un Unicaja que se fue al descanso con la máxima desventaja hasta ese momento (46-34).

El conjunto andaluz, de todos modos, ya se había visto once puntos por debajo en el primer cuarto (19-8), pero la zona y la aportación de Risacher le permitió firmar un parcial de 0-7 que situaba el marcador en un 19-15 apenas iniciado el segundo periodo. El Unicaja se puso después a sólo tres puntos hasta en tres ocasiones (23-20, 25-22 y 27-24), gracias también a las rotaciones en las filas del Barcelona, pero la cosa acabó con el regreso a pista de Vlado Ilievski y Juan Carlos Navarro.

Las diferencias se dispararon en la reanudación hasta los dieciséis puntos (52-36), pero apareció entonces Louis Bullock, cuyos primeros dos puntos se hicieron esperar hasta el minuto 23. Si el Barcelona se había relajado en el segundo y último cuarto durante el primer partido, en éste sólo lo hizo en el tercer periodo, en el que pagó el exceso de relajación y la recuperación de Bullock. Un parcial de 2-13 apretó el marcador hasta el 57-53 con el que comenzaron los diez últimos minutos, en los que el encuentro parecía abierto por primera vez desde sus primeros compases.

A dos minutos del final se rompía ese muro psicológico y el marcador se apretaba con un 70-68 del que parecía que sólo el Unicaja podía salir beneficiado. Pero Sergio Scariolo se encontró entonces con su peor pesadilla en esta eliminatoria, las tres estrellas azulgrana (Dejan Bodiroga, Navarro y Gregor Fucka), que desequilibraron la balanza en el momento decisivo. Primero fue Fucka con un triple que cortaba de raíz la remontada malagueña (73-68) e, instantes después, un error en ataque de Mous Sonko lo aprovechaba Bodiroga para protagonizar un contragolpe que acababa en dos más uno a segundos de la conclusión (76-69).

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