L D (EFE) Pepu Hernández apostó, de inicio, por Hernán Jasen e Iker Iturbe y su apuesta fue exitosa. La inspiración ofensiva del alero argentino, unida a la versatilidad del ala-pívot vitoriano, propulsaron a un Estudiantes que exhibió una defensa de libro, tanto individual como zonal, para minimizar a los jugadores locales. Al buen comienzo visitante contribuyó, eso sí, la pésima imagen mostrada por el Tau Cerámica. Por ello, el conjunto madrileño alcanzó una renta esperanzadora al final del primer cuarto (10-25), lo que relanzó sus posibilidades de victoria.
Sin ninguna sincronización en su juego y desquiciado por el arbitraje, el cuadro de Dusko Ivanovic recurrió al talento de su pareja de argentinos (Luis Scola y Andrés Nocioni) para mantenerse con vida ante la aciaga actuación del lituano Arvydas Macijauskas. Como en otras ocasiones, el Tau apeló a la heroica para dar la vuelta a un partido adverso y endureció al máximo su defensa para contrarrestar la buena fluidez ofensiva de su oponente.
Los vitorianos tocaron fondo tras un triple de Brewer (37-51, m. 24), pero se reengancharon al partido gracias a los triples de Pablo Prigioni, el trabajo a destajo de Marco Carraretto -fundamental por su defensa a Nikola Loncar y su acierto desde el perímetro- y, sobre todo, la providencial actuación de un enorme Andrew Betts. El Tau hizo la más difícil al adelantarse en el marcador con una canasta más adicional de Luis Scola (74-73, m. 39), pero en esta ocasión no pudo culminar la hazaña. Dos tiros libres errados por el ala-pívot bonaerense, una pérdida de Pablo Prigioni y la serenidad del serbio Loncar desde la personal se confabularon para dar el triunfo final a un Estudiantes que, si bien se arrugó en la recta final, fue mejor durante la mayoría del partido.
Sin ninguna sincronización en su juego y desquiciado por el arbitraje, el cuadro de Dusko Ivanovic recurrió al talento de su pareja de argentinos (Luis Scola y Andrés Nocioni) para mantenerse con vida ante la aciaga actuación del lituano Arvydas Macijauskas. Como en otras ocasiones, el Tau apeló a la heroica para dar la vuelta a un partido adverso y endureció al máximo su defensa para contrarrestar la buena fluidez ofensiva de su oponente.
Los vitorianos tocaron fondo tras un triple de Brewer (37-51, m. 24), pero se reengancharon al partido gracias a los triples de Pablo Prigioni, el trabajo a destajo de Marco Carraretto -fundamental por su defensa a Nikola Loncar y su acierto desde el perímetro- y, sobre todo, la providencial actuación de un enorme Andrew Betts. El Tau hizo la más difícil al adelantarse en el marcador con una canasta más adicional de Luis Scola (74-73, m. 39), pero en esta ocasión no pudo culminar la hazaña. Dos tiros libres errados por el ala-pívot bonaerense, una pérdida de Pablo Prigioni y la serenidad del serbio Loncar desde la personal se confabularon para dar el triunfo final a un Estudiantes que, si bien se arrugó en la recta final, fue mejor durante la mayoría del partido.