L D (EFE) El secretario general del Partido Popular, Mariano Rajoy , ha advertido de que "puede estar en peligro un Estado viable si el Gobierno no tiene claro qué es lo que quiere conseguir" abriendo un proceso de reforma de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía.
En el coloquio posterior a su conferencia en el Fórum Europa, Rajoy consideró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , comete una "grave irresponsabilidad" al abrir un proceso de esta importancia sin antes definir los objetivos y los plazos. Explicó que la reunión que mantuvo el lunes en el Palacio de la Moncloa con Zapatero fue "muy normal y muy educada, pero un poco decepcionante" porque constató lo que ya suponía: "que me iba a ir con nada, que no se sabe lo que se quiere hacer". Rajoy consideró que "no es de recibo abrir todo este asunto sin saber qué es lo que se quiere".
Para el líder del PP, ante la importancia de las propuestas planteadas en materia autonómica, "el Gobierno de España tiene que tener claro qué competencias cree que debe tener el Gobierno de España". En este sentido, explicó que se está planteando la cesión de la caja de la Seguridad Social, la cesión de las políticas pasivas de empleo, la transferencia de los puertos, los aeropuertos, la transferencias de las carreteras nacionales cuando transcurran por una autonomía "que son todas" y recordó que no hay ninguna carretera nacional que no transcurra por autonomía "como es perfectamente entendible". Por ello, Rajoy señaló que lo que se está proponiendo es dejar al Estado con "poco más que la política de Defensa, Exterior y no sé si las grandes infraestructuras". Sin embargo, quiso dejar claro que no es ese el criterio que él tiene de España y apuntó el dato de que la Administración General del Estado "no gasta el 50 por ciento del gasto público total español, incluidas las pensiones".
"Yo pediría que haya un objetivo final y que se fijen criterios razonables, pero no hay criterio", expuso Rajoy, para quien "es disparatado plantear que cada uno diga lo que quiera y luego ya veremos", que es en lo que resume el discurso de Zapatero. "No puedo entender un presidente del Gobierno que no tenga criterio", añadió el jefe del primer partido de la oposición.
En cuanto a la posibilidad de reformar el modelo de financiación autonómica, Rajoy consideró que sólo se plantea porque el Gobierno está "apretado por algunos". No obstante, el dirigente popular aseguró que, en todo este proceso, está dispuesto a dialogar; "no hay nadie que vaya a hablar más que nosotros, pero nos gustaría saber de qué". Por otra parte, se mostró de acuerdo con que ciudades como Madrid o Barcelona tengan un régimen especial e incluso que tengan "voz en el Senado, pero no voto".
En el coloquio posterior a su conferencia en el Fórum Europa, Rajoy consideró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , comete una "grave irresponsabilidad" al abrir un proceso de esta importancia sin antes definir los objetivos y los plazos. Explicó que la reunión que mantuvo el lunes en el Palacio de la Moncloa con Zapatero fue "muy normal y muy educada, pero un poco decepcionante" porque constató lo que ya suponía: "que me iba a ir con nada, que no se sabe lo que se quiere hacer". Rajoy consideró que "no es de recibo abrir todo este asunto sin saber qué es lo que se quiere".
Para el líder del PP, ante la importancia de las propuestas planteadas en materia autonómica, "el Gobierno de España tiene que tener claro qué competencias cree que debe tener el Gobierno de España". En este sentido, explicó que se está planteando la cesión de la caja de la Seguridad Social, la cesión de las políticas pasivas de empleo, la transferencia de los puertos, los aeropuertos, la transferencias de las carreteras nacionales cuando transcurran por una autonomía "que son todas" y recordó que no hay ninguna carretera nacional que no transcurra por autonomía "como es perfectamente entendible". Por ello, Rajoy señaló que lo que se está proponiendo es dejar al Estado con "poco más que la política de Defensa, Exterior y no sé si las grandes infraestructuras". Sin embargo, quiso dejar claro que no es ese el criterio que él tiene de España y apuntó el dato de que la Administración General del Estado "no gasta el 50 por ciento del gasto público total español, incluidas las pensiones".
"Yo pediría que haya un objetivo final y que se fijen criterios razonables, pero no hay criterio", expuso Rajoy, para quien "es disparatado plantear que cada uno diga lo que quiera y luego ya veremos", que es en lo que resume el discurso de Zapatero. "No puedo entender un presidente del Gobierno que no tenga criterio", añadió el jefe del primer partido de la oposición.
En cuanto a la posibilidad de reformar el modelo de financiación autonómica, Rajoy consideró que sólo se plantea porque el Gobierno está "apretado por algunos". No obstante, el dirigente popular aseguró que, en todo este proceso, está dispuesto a dialogar; "no hay nadie que vaya a hablar más que nosotros, pero nos gustaría saber de qué". Por otra parte, se mostró de acuerdo con que ciudades como Madrid o Barcelona tengan un régimen especial e incluso que tengan "voz en el Senado, pero no voto".