(Libertad Digital) Después del empate ante Croacia y las críticas recibidas por ese partido, Jacques Santini devolvió al once titular a Lizarazu, Makele y Pires para consolidar la clasificación, mientras que el seleccionador suizo, Kobi Kuhn, que no podía contar con el sancionado Alexander Frei, también prescindió del veterano Chapuisat y situó en la punta del ataque a Vonlanthen.
Suiza sabía que sus opciones pasaban única y exclusivamente por ganar su partido y esperar que Inglaterra no ganase. Por ese motivo, salió decidida, sin complejos, ante un rival que presentaba un auténtico dream team y que nombre a nombre su alineación asustaba. Pudieron los suizos haber inaugurado el marcador a los diez minutos con una falta ejecutada por Hakan Yakin y que Barthez sacó con apuros. Pero fue el diez del otro equipo, el que se inventa jugadas, mueve a Francia y además marca goles. Zidane no falló y a los 20 minutos adelantaba a su equipo con un gol de cabeza. Pero tal y como le sucedió ante Croacia, poco tiempo le duró la ventaja, pues seis minutos más tarde, Vonlanthen ponía trabas a Francia en su camino a cuartos con el gol que equilibraba el choque tras un fallo de marcaje de sus centrales.
Tras el gol helvético, Francia se atascó después de haber gozado antes de unos minutos en los que dotó de una velocidad a su juego que puso en apuros a su rival. Los galos, por instantes, perdieron el norte ante un equipo suizo que le había perdido el respeto. Sólo inquietaban a Suiza con algunos latigazos ofensivos, en los que por lo general andaba metido Zidane. Aunque Francia necesitaba la victoria ante el la ventaja momentánea de Inglaterra ante Croacia que se registraba en Lisboa, el equipo de Santini seguía sin funcionar. Su centro del campo estaba desactivado, lo que suponía que a sus puntas, Henry y Trezeguet, no les llegasen balones, si bien el jugador del Arsenal estuvo más activo que el de la Juventus.
El partido estaba totalmente abierto y a aunque la calidad futbolística era escasa, el encuentro tenía la máxima tensión, ya que, con la victoria que a la par se registraba de Inglaterra ante Croacia, un gol de Suiza dejaba fuera a los franceses y clasificaba a los helvéticos. Pero Francia tiene a Zidane, Trezaguet, Pires, Viera, Henry ..... y eso se tiene que notar. Henry sacó el látigo y castigó con dos goles en el tramo final a su tozudo rival. Primero cazó un balón servido por Saha, que apenas llevaba diez segundos sobre el terreno de juego, para dar adelantar y, más tarde, en una jugada personal, sentenciaba el partido y aseguraba para su equipo la primera plaza del grupo con la que evitaba al anfitrión, Portugal, en cuartos. El primer gol de Henry espoleó a Francia, que quizá vivió sus mejores momentos del partido, a la vez que dejó tocado el animo de Suiza, ya sin posibilidad alguna de alcanzar la clasificación.
Suiza sabía que sus opciones pasaban única y exclusivamente por ganar su partido y esperar que Inglaterra no ganase. Por ese motivo, salió decidida, sin complejos, ante un rival que presentaba un auténtico dream team y que nombre a nombre su alineación asustaba. Pudieron los suizos haber inaugurado el marcador a los diez minutos con una falta ejecutada por Hakan Yakin y que Barthez sacó con apuros. Pero fue el diez del otro equipo, el que se inventa jugadas, mueve a Francia y además marca goles. Zidane no falló y a los 20 minutos adelantaba a su equipo con un gol de cabeza. Pero tal y como le sucedió ante Croacia, poco tiempo le duró la ventaja, pues seis minutos más tarde, Vonlanthen ponía trabas a Francia en su camino a cuartos con el gol que equilibraba el choque tras un fallo de marcaje de sus centrales.
Tras el gol helvético, Francia se atascó después de haber gozado antes de unos minutos en los que dotó de una velocidad a su juego que puso en apuros a su rival. Los galos, por instantes, perdieron el norte ante un equipo suizo que le había perdido el respeto. Sólo inquietaban a Suiza con algunos latigazos ofensivos, en los que por lo general andaba metido Zidane. Aunque Francia necesitaba la victoria ante el la ventaja momentánea de Inglaterra ante Croacia que se registraba en Lisboa, el equipo de Santini seguía sin funcionar. Su centro del campo estaba desactivado, lo que suponía que a sus puntas, Henry y Trezeguet, no les llegasen balones, si bien el jugador del Arsenal estuvo más activo que el de la Juventus.
El partido estaba totalmente abierto y a aunque la calidad futbolística era escasa, el encuentro tenía la máxima tensión, ya que, con la victoria que a la par se registraba de Inglaterra ante Croacia, un gol de Suiza dejaba fuera a los franceses y clasificaba a los helvéticos. Pero Francia tiene a Zidane, Trezaguet, Pires, Viera, Henry ..... y eso se tiene que notar. Henry sacó el látigo y castigó con dos goles en el tramo final a su tozudo rival. Primero cazó un balón servido por Saha, que apenas llevaba diez segundos sobre el terreno de juego, para dar adelantar y, más tarde, en una jugada personal, sentenciaba el partido y aseguraba para su equipo la primera plaza del grupo con la que evitaba al anfitrión, Portugal, en cuartos. El primer gol de Henry espoleó a Francia, que quizá vivió sus mejores momentos del partido, a la vez que dejó tocado el animo de Suiza, ya sin posibilidad alguna de alcanzar la clasificación.