L D (EFE) Fernando Alonso no ha podido acabar tres de las últimas cuatro carreras –las dos últimas de forma consecutiva–, mientras que Marc Gené será el sustituto del alemán Ralf Schumacher, aún convaleciente del violento accidente sufrido el 20 de junio en el Gran Premio de Estados Unidos.
El asturiano de Renault comenzó su mala racha en Mónaco, en donde sufrió un accidente en el túnel del que culpó precisamente a Ralf Schumacher; después se repuso con un quinto puesto en el Gran Premio de Europa, en el Nurburgring alemán, pero volvió a fallar, en esta ocasión por problemas mecánicos, en el periplo del certamen por Norteamérica. En Canadá se quedó fuera de carrera por una avería en la transmisión y en Estados Unidos tuvo que abandonar a causa del reventón de el neumático trasero derecho en plena recta principal del trazado de Indianápolis y cuando marchaba en la tercera plaza tras una espectacular salida. Ahora, en Magny Cours, Fernando Alonso tratará de resarcirse de estos sinsabores y buscará un resultado que le permita afrontar con optimismo la segunda mitad del Campeonato del Mundo.
El violento accidente sufrido por Ralf Schumacher en Indianápolis ha abierto de nuevo las puertas del Mundial a Marc Gené, un piloto que ya tuvo la oportunidad de relevar al pequeño de los Schumacher el año pasado, con motivo del Gran Premio de Italia, en Monza, en donde el catalán llevó su Williams hasta la quinta plaza final. Este será el trigésimo quinto gran premio de Fórmula Uno para Marc Gené, aunque sólo el segundo como piloto de Williams BMW. Las otras 32 pruebas las disputó en las temporadas de 1999 y 2000 como piloto titular de la escudería italiana Minardi. Con el actual FW26, Gené ha rodado alrededor de 13.000 kilómetros, por lo que su conocimiento del coche es más que perfecto. Ralf Schumacher, ganador del Gran Premio de Francia en 2003, sufre dos fracturas en las vértebras que podrían apartarle de los circuitos por el resto de la temporada. En principio el alemán estará de baja entre ocho y doce semanas, por lo que en el mejor de los casos podría participar en las dos últimas carreras de la temporada.
El Mundial llega a Francia con el alemán Michael Schumacher como líder destacado tras haber ganado nueve de las diez carreras disputadas. El piloto de Ferrari, seis veces ganador en Francia, dispone ya de 80 puntos, 18 más que su compañero de escudería, el brasileño Rubens Barrichello; 36 sobre el británico Jenson Button (BAR-Honda) y 39 más que el italiano Jarno Trulli, compañero de Fernando Alonso, que marcha quinto con 25 unidades. El colombiano Juan Pablo Montoya, que ejercerá de "jefe de filas" de Marc Gené en Williams, es sexto con 24.
El circuito de Magny Cours será el escenario en el que debute la última evolución del McLaren-Mercedes, el MP4/19B, con el que el británico David Coulthard y el finlandés Kimi Raikkonen tratarán de mejorar su situación en un Mundial en el que son décimo y undécimo, con 9 y 8 puntos, respectivamente. El equipo es, además, quinto en el Mundial de Constructores.
La decimoctava edición del Gran Premio de Francia estuvo a punto de ser anulado –de hecho, llegó a estar cancelado– por los problemas económicos que atraviesan los organizadores de la carrera, que obtuvieron números rojos en las dos últimas ediciones. El poco público que acudió al circuito de Magny Cours en los dos últimos años colocó a los organizadores en una mala situación económica. Sólo la intervención de la federación francesa de automovilismo (FFSA) permitió encontrar las garantías necesarias para que la carrera siguiera su curso. Previsto inicialmente para el 11 de julio, el G.P. de Francia se ha adelantado en una semana, para dejar libre la fecha al siguiente, el de Gran Bretaña, que se disputará ese día en el circuito de Silverstone. La carrera se disputará el domingo sobre 70 vueltas (308,586 kilómetros) al trazado de Magny Cours.