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SEMBLANZA: Luis Aragonés o el broche de oro a una brillante carrera de 30 años

El técnico madrileño Luis Aragonés, nuevo seleccionador español de fútbol, añade el broche que le faltaba a un a dilatada carrera de 30 años como entrenador y toma las riendas de un equipo desmoralizado después del fracaso en la Eurocopa de Portugal.

L D (EFE) Luis Aragonés, que cumplirá 66 años el próximo día 28, ha hecho del fútbol su trabajo desde que en 1957, con 19, firmó su primer contrato para jugar en el Getafe en Tercera división.

De él dicen que es el mejor y más experimentado técnico del fútbol español -supera los 1.000 partidos dirigidos-, aunque su carácter especial le haya enfrentado a muchos de los grandes jugadores que han pasado por sus manos. "Míreme a los ojitos", fue una expresión de Luis que se hizo famosa a raíz de un incidente con el brasileño Romário en la época en que coincidieron en el Valencia.

A la conclusión de un entrenamiento en la temporada 1996-97, Luis agarró de un brazo a la estrella brasileña y le instó a que le expusiera sus quejas mirándole a los ojos y no al suelo. Otro incidente que aumentó su fama de "duro" ocurrió en 2001 cuando zarandeó en el banquillo del Mallorca al camerunés Samuel Eto´o, la estrella del equipo, que le había recriminado con gestos ofensivos que le hubiera cambiado.

Después de su debut en el Getafe, fue traspasado un año después -1958- al Real Madrid. En este club permaneció tan solo unos meses ya que fue cedido al Recreativo de Huelva por una temporada (1958-59). En 1964, previo paso por el Betis, fue fichado por el Atlético de Madrid y ahí empezó una relación de amor y odio con el club que dura hasta hoy. En el conjunto rojiblanco estuvo hasta 1974, año en que vivió uno de los momentos más tristes de su carrera como jugador en el primer partido de la final de la Copa de Europa contra el Bayern de Múnich. Luis abrió el marcador con un magistral lanzamiento de falta, una de sus especialidades, en el minuto 113 de la prórroga. Pero a falta de 20 segundos para la conclusión empató el alemán Schwarzenbeck. En el encuentro de desempate -en la época no había tandas de penaltis-, los alemanes vencieron por 4-0.

De jugador a entrenador en un año

El nuevo seleccionador nacional empezó la temporada 1974-75 como jugador y el 25 de noviembre se retira y pasa a ser el entrenador del Atlético, sustituyendo al argentino Juan Carlos Lorenzo. Tras hacerle campeón de Liga en 1975, dimitió del cargo un año después. Sin embargo, Luis Aragonés volvió al club rojiblanco en 1978 y permaneció en él durante dos años. En 1981 fichó por el Betis, pero una depresión nerviosa le obligó a dejar pronto el puesto. En 1983 regresó al Atlético de Madrid y permaneció en el equipo del Manzanares hasta 1986.

Tras unos meses de descanso, el 23 de septiembre de 1987 firmó un contrato con el Barcelona por un año (1987-88). Fue sustituido en el club azulgrana por el holandés Johan Cruyff. Después de barajar varias ofertas, el 28 de junio de 1990 acordó con la directiva del Español entrenar al equipo durante una temporada (1990-91). El 10 de junio de 1991 fue contratado una vez más como entrenador del Atlético de Madrid para la temporada 1991-92. El 26 de mayo de 1992, a dos jornadas del término de la Liga 1991/92 y con un Atlético de Madrid clasificado en tercer lugar, Luis Aragonés firmó un nuevo contrato que le vinculaba por dos temporadas más (1992/93 y 1993/94) al club rojiblanco. Fue destituido tras ser eliminado de la Copa del Rey, por el Barcelona, en la temporada 92-93.

Las tensas relaciones con Lopera

Tras entrenar posteriormente al Sevilla y al Valencia, el 28 de julio de 1997 en el Benito Villamarín, Luis saltó al terreno de juego con su nuevo equipo y unos 50.000 espectadores le dieron la bienvenida. Un año después, y tras haber mantenido una relación muy tensa con el presidente de la entidad, Manuel Ruiz de Lopera, anuncia su decisión de retirarse como entrenador. Pero su amor por los banquillos (en más de una ocasión ha manifestado que casi se vuelve loco en esa etapa alejado del fútbol), le hacen volver en el verano de 1999, cuando ficha por el Oviedo. Con este equipo, acaba en el puesto 16, y tras un año en Asturias ficha por el Real Mallorca. Con los baleares, Luis realizó una temporada excepcional, hasta el punto que luchó por subcampeonato de liga. Del Mallorca volvió al Atlético con el objetivo de subir al equipo al Primera, lo que consiguió la campaña pasada.

En esta, y con el equipo ya en Primera, sus desavenencias con el presidente Jesús Gil, la última de ellas tras la derrota ante el Osasuna el día del Centenario (26 de abril de 2003) desembocaron en el anuncio de su enésima marcha del Atlético. Su último destino ha sido el Mallorca, club al que regresó cuando salió del Atlético de Madrid. Le contrataron para que sustituyera a Jaime Pacheco, técnico portugués que no cuajó en el club balear.

Extenso palmarés

En su palmarés como técnico se acumulan una Liga, cuatro Copas, una Intercontinental y una Supercopa de España. Ahora, le llega un nuevo e importante reto, entrenar a la selección española después de su largo tránsito por el fútbol nacional y con la necesidad de recuperar la moral de un equipo muy criticado por el fracaso en Portugal.

Su desafío inmediato es conseguir la clasificación de España para el Mundial de Alemania'2006. La primera cita de la Furias roja es un amistoso contra Venezuela el próximo 18 de agosto en Las Palmas, ensayo del debut en el camino hacia Alemania del 8 de septiembre en Sarajevo contra Bosnia.

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