L D (Agencias) El objetivo del Gobierno, sostiene el portavoz parlamentario popular, es que haya un debate "sesgado y parcial". Eduardo Zaplana cree que el Ejecutivo de Zapatero no está siendo "leal" con la comisión de investigación parlamentaria y que está más preocupado por el marketing y por "filtrar sesgadamente" documentos a los medios de comunicación que por trabajar para que la investigación pueda resultar "útil".
En la sede madrileña de Génova, el ex ministro recordó que fueron los populares los que solicitaron esta comisión y que ya se produjo una primera "filtración" sobre el sumario judicial que estaba bajo secreto, como ocurrió después con "otros documentos". Las quejas del PP también se extienden a que el Gobierno no ha aportado todavía todos los papeles que no son "clasificados" y que han solicitado las distintas formaciones políticas. "Si a esas filtraciones u ocultaciones se le añaden la ruptura de los acuerdos de los bloques de comparecencias, se deduce que el Gobierno está más preocupado por encauzar el debate", sostiene.
Todas las filtraciones en el periódico de Prisa
Tampoco ha sentado bien en el PP que el Ejecutivo haya decidido unilateralmente alterar los turnos de las comparecencias. El "sistema de trabajo" que habían pactado los grupos presentes en la comisión conllevaba que los documentos solicitados estuvieran a disposición de la Cámara en siete días, y que fueran los funcionarios los primeros en comparecer. "Pero ayer (este jueves) el Gobierno ha impuesto que sea (el primero) portero de una finca, que podría haber ido en cualquier momento, porque nadie se iba a oponer".
En las filtraciones publicadas por El País no aparece pista alguna que llevara a los investigadores a sospechar de ETA. Sin embargo, Zaplana ha insistido en que el Ejecutivo popular "no mintió", y ha recomendado esperar a las comparecencias de los miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado. "Tengan la seguridad de que va a quedar claro".
Desde las dudas de Otegi antes de comparecer para negar la autoria etarra hasta los mismos planes descubiertos a los terroristas para atentar en la estación de Chamartín en las últimas navidades, pasando por la intercepación de cerca de 500 kilos de dinamita a dos etarras o el intento de utilizar teléfonos móviles en sus atentados, la posibilidad de que hubiera sido ETA no pudo desecharse. La pista falsa del titadine, lanzada desde el mismo lugar de los atentados, apoyaba esta línea de investigación.