L D (EFE) El Ministerio de Fomento explicó hoy en un comunicado que la línea de alta velocidad Madrid-Lérida apenas puede acercarse en la actualidad a los 300 km/h, debido a las dificultades encontradas tanto en los trenes como en los sistemas de electrificación y señalización.
Respecto al material móvil, Fomento indica que los trenes TALGO tienen como objetivo una velocidad máxima en explotación comercial de 330 km/h, frente a los 350 km/h para los que está construida la línea, aunque todavía no se han podido realizar las pruebas previas a la puesta en servicio de las siete primeras unidades debido al retraso con el que se contrató el material.
Los trenes de Siemens sí podrán alcanzar los 350 km/h, según consta en su contrato, pero Fomento advierte del "apreciable retraso en el cumplimiento de los plazos", ya que esta compañía se había comprometido a entregar la primera unidad en octubre del pasado año y el resto del material en marzo de 2004, cuando todavía no se ha efectuado ninguna de estas entregas. Otro de los obstáculos por los que la línea de AVE Madrid-Lérida no puede superar todavía los 300 km/h reside en la electrificación, dado que el diseño del sistema de compensación de catenaria a una velocidad de 350 km/h obliga a un mantenimiento "más intensivo del previsto".
También persisten algunos "defectos" en el diseño de ciertos elementos, como en el brazo de atirantado, especialmente en las curvas, y "diversas averías" en las subestaciones. Además, Fomento señala que el sistema de señalización y de control de tráfico previsto para la línea, denominado ERTMS, "se va a utilizar por primera vez y ha registrado muchos problemas durante su implantación", motivo por el que todavía se emplea el sistema ASFA, que en condiciones adecuadas de seguridad y fiabilidad tiene su techo de velocidad en 200 km/h. El Ministerio de Fomento asegura que las pruebas que Renfe efectúa con los trenes en circuitos cerrados, sin restricciones severas de seguridad y sin tráfico real, permiten alcanzar velocidades superiores a las que realmente se podrán emplear en la explotación comercial de la línea.
Respecto al material móvil, Fomento indica que los trenes TALGO tienen como objetivo una velocidad máxima en explotación comercial de 330 km/h, frente a los 350 km/h para los que está construida la línea, aunque todavía no se han podido realizar las pruebas previas a la puesta en servicio de las siete primeras unidades debido al retraso con el que se contrató el material.
Los trenes de Siemens sí podrán alcanzar los 350 km/h, según consta en su contrato, pero Fomento advierte del "apreciable retraso en el cumplimiento de los plazos", ya que esta compañía se había comprometido a entregar la primera unidad en octubre del pasado año y el resto del material en marzo de 2004, cuando todavía no se ha efectuado ninguna de estas entregas. Otro de los obstáculos por los que la línea de AVE Madrid-Lérida no puede superar todavía los 300 km/h reside en la electrificación, dado que el diseño del sistema de compensación de catenaria a una velocidad de 350 km/h obliga a un mantenimiento "más intensivo del previsto".
También persisten algunos "defectos" en el diseño de ciertos elementos, como en el brazo de atirantado, especialmente en las curvas, y "diversas averías" en las subestaciones. Además, Fomento señala que el sistema de señalización y de control de tráfico previsto para la línea, denominado ERTMS, "se va a utilizar por primera vez y ha registrado muchos problemas durante su implantación", motivo por el que todavía se emplea el sistema ASFA, que en condiciones adecuadas de seguridad y fiabilidad tiene su techo de velocidad en 200 km/h. El Ministerio de Fomento asegura que las pruebas que Renfe efectúa con los trenes en circuitos cerrados, sin restricciones severas de seguridad y sin tráfico real, permiten alcanzar velocidades superiores a las que realmente se podrán emplear en la explotación comercial de la línea.