L D (EFE) Con estos comicios, Indonesia da un importante paso adelante en su corta andadura por la senda de la transición y lo lleva a cabo cuando entre la población cunde cierto desencanto ante los resultados arrojados por el embrionario sistema democrático.
Los indonesios se quejan de la maltrecha economía, la corrupción, el obsoleto sistema sanitario, la falta de centros de enseñanza y, sobre todo, del desempleo, que afecta a unos 40 millones de los 220 millones que pueblan el archipiélago indonesio.
Ante este panorama, las distintas encuestas apuntan a que el general retirado Yudhoyono es el candidato con más probabilidades para asumir la jefatura del Estado, que ahora ocupa Megawati Sukarnoputi, hija del fallecido fundador de Indonesia, el ex presidente Sukarno.
La popularidad de Yudhoyono, de 54 años, ha crecido de manera meteórica desde que el pasado mes de marzo dimitió como ministro de Seguridad y Asuntos Políticos por desavenencias con Megawati en relación con su aspiración a ocupar la presidencia.
Un político íntegro y contundente contra el terrorismo islámico
Envuelto por un aura de político íntegro, Yudhoyono es visto por muchos electores como el líder capaz de poner fin al problema de la corrupción en Indonesia, que integra la lista de los diez países más corruptos del mundo en un reciente informe elaborado por el grupo Transparencia Internacional.
Yudhoyono está además bien considerado por gran parte de la comunidad internacional desde que, con motivo del primer aniversario de la matanza cometida en octubre de 2002 en la isla de Bali, pronunció el más contundente discurso contra el terrorismo islámico efectuado nunca por un miembro del Gobierno indonesio.
Antes del atentado de Bali, en el que murieron 202 personas, la mayoría turistas extranjeros, los países occidentales criticaban a menudo al Gobierno de Yakarta por no tomarse en serio el terrorismo islámico.
Un general acusado de genocidio, entre los otros cuatro candidatos
Los sondeos de opinión dan a Yudhoyono entre un 40 y un 45 por ciento del total de los votos, y sitúan por detrás, con un 14 por ciento, a su más inmediato rival y ex jefe de las Fuerzas Armadas, el también general retirado, Wiranto, sobre quien pesa desde marzo una orden de búsqueda y captura de un Tribunal de Justicia de Timor Oriental por crímenes contra la Humanidad.
Wiranto es el candidato sobre el que el partido Golkar, sosten del viejo antiguo régimen del general Suharto, ha depositado sus esperanzas de regresar al poder del que fue desalojado en 1999, tras las primeras elecciones democráticas.
Detrás de los dos generales retirados, las encuestas sitúan a Megawati y a los dirigentes musulmanes Amien Rais, y Hamza Haz. La principal duda radica en si el ex ministro Yudhoyono logrará la mitad de los votos necesarios para ganar las elecciones en la primera vuelta.
En Indonesia, archipiélago compuesto por 17.000 islas de las que 13.000 están habitadas, muchos de los colegios electorales se encuentran situados en lugares remotos y de difícil acceso.