L D (EFE) Si los socialistas logran un acuerdo con el Partido Popular Europeo (PPE) para dividirse la presidencia de la Cámara durante esta legislatura, Josep Borrell presidirá el PE durante los próximos dos años y medio.
Tras ser elegido candidato, Borrell dijo a sus compañeros que ahora lo más importante no es conseguir la presidencia "para una persona", sino para "todo el grupo político". "Estoy satisfecho no solamente por mí mismo, también por los socialistas españoles, porque esto significa un reconocimiento al nuevo papel que el socialismo español está jugando en Europa", comentó posteriormente a la prensa.
Borrell reconoció las "reticencias" que suscita en algunos miembros del Grupo Socialista Europeo (GSE) el "exceso de ibéricos" en puestos de responsabilidad, tras la elección (a falta de que lo ratifique la Eurocámara) de José Manuel Durao Barroso como presidente del Ejecutivo comunitario y la de Javier Solana como futuro ministro de Exteriores de la Unión. Quizá haya cebado también las suspicacias el hecho de que Borrell haya sido designado candidato a la presidencia de la Eurocámara a pesar de que no ha trabajado hasta ahora en dicho Parlamento. No obstante, el socialista español se apresuró a espantar tales fantasmas: "Estos argumentos no han tenido demasiado peso, y hoy, con el 63 por ciento del voto expresado, no puedo más que sentirme muy satisfecho".
A partir de este momento los socialistas europeos se dedicarán a buscar pactos de legislatura "con todos los grupos parlamentarios", primero "con los más próximos: verdes, centristas, izquierda", pero también con el PPE, "porque tiene los diputados que tiene", declaró Borrell. Su papel será "trabajar con todos los diputados", y no sólo con los socialistas; de buscar pactos se encargará el presidente del GSE, el alemán Martin Schulz, que ha sustituido este lunes al español Enrique Barón. "Ahora empieza la campaña electoral", afirmó Borrell, aunque "lo más importante, políticamente hablando", era lograr la designación.