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Chávez da la nacionalidad venezolana a 220.000 inmigrantes ilegales dos meses antes del referendo

La oposición venezolana ha criticado las últimas naturalizaciones de inmigrantes indocumentados. A su juicio, formarían parte de un fraude que estaría preparando el ex golpista Hugo Chávez para evitar su derrota en el referéndum revocatorio del 15 de agosto. Por otra parte, los obispos han llamado a la ciudadanía a votar para acabar con la intolerancia promovida desde el poder por el chavismo.

La oposición venezolana ha criticado las últimas naturalizaciones de inmigrantes indocumentados. A su juicio, formarían parte de un fraude que estaría preparando el ex golpista Hugo Chávez para evitar su derrota en el referéndum revocatorio del 15 de agosto. Por otra parte, los obispos han llamado a la ciudadanía a votar para acabar con la intolerancia promovida desde el poder por el chavismo.

L D (EFE) Nelson Rampersad, negociador de la alianza opositora Coordinadora Democrática ante el Poder Electoral, calificó este miércoles de "evidente fraude" la nacionalización de más de 200.000 personas dos meses antes del referendo revocatorio. Mientras, el ex golpista Hugo Chávez ha acelerado los trámites de documentación de inmigrantes para ganar adeptos en el mencionado plebiscito, que podría desalojarle del poder el próximo 15 de agosto.

Según anunció el pasado martes el propio Chávez, desde hace mes y medio se han nacionalizado 216.000 extranjeros, en su mayoría colombianos, gracias a un plan masivo denominado "Misión identidad". El ex golpista aseguró que en lo que queda de año recibirán la nacionalidad venezolana otro millón de personas.

La oposición denuncia que Chávez utiliza también con fines electorales propias de Gobierno como los denominados "Misión Robinson", para la alfabetización de más de un millón de personas, y "Misión Barrio Adentro", en el que colaboran 10.000 médicos cubanos.

Los obispos, contra la intolerancia promovida por el Gobierno chavista

Por otra parte, los obispos venezolanos han instado este miércoles a la ciudadanía a participar en el referendo revocatorio y a acabar con la intolerancia y la exclusión promovidas por el Gobierno chavista.

Según declaró Baltasar Porras, arzobispo de la ciudad andina de Mérida, "es el momento de decidir si queremos vivir en un clima de enfrentamiento e intolerancia o zanjar horizontes de esperanza y paz". Al decir de Porras, la consulta del 15 de agosto es una "rendición de cuentas" y una forma de elegir entre una "sociedad cerrada y una plural".

El arzobispo, quen ha mantenido numerosos enfrentamientos verbales con Chávez en los últimos años, también resaltó la importancia de contar con observadores internacionales en el referendo, debido a la "desconfianza" que suscita el Poder Electoral.

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