L D (EFE) En una carta manuscrita que la prisión madrileña de Aranjuez ha remitido a la comisión y que este jueves recibieron los parlamentarios, Zouhier solicita "por favor" comparecer en ese órgano para "decir la verdad" y que es "inocente". En la misiva, el confidente detenido explica que alertó al "grupo de elite que defiende a España del peligro de los asturianos, que ofrecían explosivos a cambio de droga en Madrid".
Añade Zouhier que avisó de "los asturianos" y que "de los moros no avisé porque sólo sabía que eran traficantes de hachís y el hachís no lo quiere un capitán. Yo no sabía que son terroristas". Según afirma el confidente en su carta, cinco meses más tarde volvió a advertir a la Guardia Civil de ese intercambio de droga por explosivos, pero los agentes le dijeron que "está todo controlado y los asturianos siguen ofreciendo explosivos".
"Los culpables están fuera"
Insiste en que "no soy asesino, los culpables están fuera", dice el preso, quien se muestra convencido de que se quiere "tapar el agujero más grande y el atentado más grave de la historia española conmigo solo" cuando él no vendió, ni negoció ni transportó explosivos, sino que "colaboré con la autoridad española y ahora quieren meterme las armas".
El confidente detalla en la misiva que la Guardia Civil se trasladó a Asturias y "se encontró con la gente que yo avisé", a los que define como "casi policías porque trabajan con la Policía" y que, según él, sólo informaban a los agentes de asuntos de droga, pero no de la venta de explosivos, mientras que Zouhier hizo "todo lo contrario". Señala que la venta de los explosivos se realizó "detrás mía" porque la Policía ya había informado a "Emilio" (en alusión Suárez Trashorras) de que él trabajaba para la Guardia Civil.
Pruebas de las visitas en la cárcel
También insiste en que tiene testigos de las dos visitas que agentes de la Guardia Civil le hicieron supuestamente a la cárcel madrileña de Valdemoro, ya que firmó la autorización de las mismas delante de "cinco funcionarios" y del "educador de la prisión". es "muy fuerte" lo que "me está pasando en España", ya que, añade, "si llego a avisar en otro lado, me darían un premio y aquí cárcel".