(Libertad Digital) Según informa este sábado el diario La Razón, la Junta de Andalucía que preside el socialista Manuel Chaves ha sancionado por verter salmuera y emitir CO2 a la desaladora de Carboneras, ha multado con 36.000 euros a la de Palomares, ha cerrado la de Cabo de Gata por sobrepasar los niveles de boro permitidos y la de Pulpí ha resultado un fracaso porque extraer agua a 160 metros de profundidad no es rentable. Otra desaladora construida en Marbella en 1997 lleva siete años sin producir agua.
Sin embargo, Cristina Narbona sigue empeñada en sustituir el trasvase del Ebro por más desaladoras en Murcia, Valencia y Almería de las mismas características que las penalizadas por su propio partido en Andalucía.
En opinión del PP, las desaladoras deben ser un complemento a los trasvases, no el sistema principal para obtener agua, porque además de ser más caro, provoca más problemas de contaminación y medioambientales.