L D (EFE) La mayor parte de los sucesos tuvo lugar durante la temporada estival y casi todos los fallecimientos se produjeron por accidentes en ferias instaladas con motivo de la celebración de fiestas locales. Un accidente ocurrido en "El saltamontes", atracción que simula los movimientos de este insecto, provocó la muerte de una niña de 12 años, quien se desnucó tras sufrir un desvanecimiento en Pontevedra en agosto de 1997.
Hasta el trágico suceso de la madrugada de este sábado, la última muerte producida por accidente en recintos feriales se produjo el 26 de octubre de 2003, trece días después de que un niño de 11 años cayera desde una altura de seis metros junto con tres amigos que resultaron heridos en una atracción de la Feria de San Lucas, de Jaén.
Poco tiempo antes, el 7 de septiembre de 2003, otra niña de diez años perdió la vida al salir despedida de la atracción llamada El Dragón y ser arrollada por el tren de la misma, en la feria de Pliego (Murcia).
El 15 de julio de 2003 de ese mismo año, una menor de 5 años falleció al fracturarse una vértebra cervical mientras jugaba en el interior de un castillo hinchable montado en el Centro Comercial Europa de la localidad de Puerto Rico, al sur de Gran Canaria, que carecía de licencia.
El siguiente suceso de estas características con resultado de muerte se remonta al 18 de octubre de 2000, cuando Luis Javier R.A., de 35 años, murió al salir despedido de una de las vagonetas de la montaña rusa instalada en el recinto ferial de la calle de Miguel Servet de Zaragoza.
El 7 de agosto de ese año, un niño de catorce meses falleció a causa de un accidente en la feria infantil de la localidad guipuzcoana de Getaria. También en 2000, el 21 de mayo, Manuel G.L., de 28 años, se dejó la vida en la feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba cuando la atracción en la montaba, llamada "Destroyer", sufrió un fallo en su sistema de movimiento.
El 5 de septiembre de 1999, un niño de cuatro años murió en Torrevieja (Alicante) al precipitarse contra el suelo desde una atracción conocida como "El Pulpo" y cuya barra de sujeción no cumplió su función dada la escasa corpulencia del menor. El 2 de agosto de ese año, en una feria de la localidad sevillana de Los Molares, un joven de 24 años salió despedido de una vagoneta, que le atropelló causándole la muerte.
Un joven de 17 años murió el 20 de septiembre de 1998 tras caer del toro mecánico en el que se encontraba subido un parque ferial de Esplugues de Llobregat (Barcelona). Los investigadores determinaron que el aparato funcionaba correctamente y que el joven no sufrió golpe alguno en la cabeza, por lo que se manejó al hipótesis de que el fallecimiento se debiera a un problema de salud del chico.
Especialmente trágico fue el verano de 1997. El 16 de agosto una niña de 12 años murió desnucada en la feria de Pontevedra tras sufrir un desvanecimiento y caer al suelo desde "El saltamontes". Ese mismo día, dos niñas y una mujer sufrieron quemaduras en Jumilla (Murcia) y en la misma atracción.
Sólo dos días antes, el 14 de agosto, un niño de cuatro años falleció tras caer del "Toquilandia", un tren que circulaba a escasa velocidad en una atracción de la feria de Lepe (Huelva). Según las investigaciones, el niño se puso de pie durante el trayecto.
El 5 de julio de 1997, un hombre de 32 años perdió la vida al salir despedido de la montaña rusa conocida como "Stampida" y precipitarse al vacío, en el parque de atracciones de "Port Aventura", en Tarragona. La investigación concluyó que el exceso de peso de la víctima pudo ser la causa del fallo de la barra de sujeción.
El 24 de septiembre de 1994, durante las fiestas de la Vendimia y de San Mateo de Logroño, un joven perdió la vida al salir despedido a nueve metros de altura desde el "Joker", suceso que la Asociación de Feriantes achacó a que el fallecido se puso de pie.
Por último, 23 de abril de 1994 una mujer de 27 años murió como consecuencia del traumatismo craneoencefálico producido mientras montaba en la "montaña rusa" de la Feria de Abril en Sevilla. Al parecer, la joven se levantó durante el viaje.
Hasta el trágico suceso de la madrugada de este sábado, la última muerte producida por accidente en recintos feriales se produjo el 26 de octubre de 2003, trece días después de que un niño de 11 años cayera desde una altura de seis metros junto con tres amigos que resultaron heridos en una atracción de la Feria de San Lucas, de Jaén.
Poco tiempo antes, el 7 de septiembre de 2003, otra niña de diez años perdió la vida al salir despedida de la atracción llamada El Dragón y ser arrollada por el tren de la misma, en la feria de Pliego (Murcia).
El 15 de julio de 2003 de ese mismo año, una menor de 5 años falleció al fracturarse una vértebra cervical mientras jugaba en el interior de un castillo hinchable montado en el Centro Comercial Europa de la localidad de Puerto Rico, al sur de Gran Canaria, que carecía de licencia.
El siguiente suceso de estas características con resultado de muerte se remonta al 18 de octubre de 2000, cuando Luis Javier R.A., de 35 años, murió al salir despedido de una de las vagonetas de la montaña rusa instalada en el recinto ferial de la calle de Miguel Servet de Zaragoza.
El 7 de agosto de ese año, un niño de catorce meses falleció a causa de un accidente en la feria infantil de la localidad guipuzcoana de Getaria. También en 2000, el 21 de mayo, Manuel G.L., de 28 años, se dejó la vida en la feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba cuando la atracción en la montaba, llamada "Destroyer", sufrió un fallo en su sistema de movimiento.
El 5 de septiembre de 1999, un niño de cuatro años murió en Torrevieja (Alicante) al precipitarse contra el suelo desde una atracción conocida como "El Pulpo" y cuya barra de sujeción no cumplió su función dada la escasa corpulencia del menor. El 2 de agosto de ese año, en una feria de la localidad sevillana de Los Molares, un joven de 24 años salió despedido de una vagoneta, que le atropelló causándole la muerte.
Un joven de 17 años murió el 20 de septiembre de 1998 tras caer del toro mecánico en el que se encontraba subido un parque ferial de Esplugues de Llobregat (Barcelona). Los investigadores determinaron que el aparato funcionaba correctamente y que el joven no sufrió golpe alguno en la cabeza, por lo que se manejó al hipótesis de que el fallecimiento se debiera a un problema de salud del chico.
Especialmente trágico fue el verano de 1997. El 16 de agosto una niña de 12 años murió desnucada en la feria de Pontevedra tras sufrir un desvanecimiento y caer al suelo desde "El saltamontes". Ese mismo día, dos niñas y una mujer sufrieron quemaduras en Jumilla (Murcia) y en la misma atracción.
Sólo dos días antes, el 14 de agosto, un niño de cuatro años falleció tras caer del "Toquilandia", un tren que circulaba a escasa velocidad en una atracción de la feria de Lepe (Huelva). Según las investigaciones, el niño se puso de pie durante el trayecto.
El 5 de julio de 1997, un hombre de 32 años perdió la vida al salir despedido de la montaña rusa conocida como "Stampida" y precipitarse al vacío, en el parque de atracciones de "Port Aventura", en Tarragona. La investigación concluyó que el exceso de peso de la víctima pudo ser la causa del fallo de la barra de sujeción.
El 24 de septiembre de 1994, durante las fiestas de la Vendimia y de San Mateo de Logroño, un joven perdió la vida al salir despedido a nueve metros de altura desde el "Joker", suceso que la Asociación de Feriantes achacó a que el fallecido se puso de pie.
Por último, 23 de abril de 1994 una mujer de 27 años murió como consecuencia del traumatismo craneoencefálico producido mientras montaba en la "montaña rusa" de la Feria de Abril en Sevilla. Al parecer, la joven se levantó durante el viaje.