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Anguita califica de “extrema gravedad” la situación de IU y propone aplazar la asamblea

El ex coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, considera que la situación de la federación es "de extrema gravedad" tanto por la "debilidad institucional, organizativa y política" como por la "pérdida colectiva de identidad", lo que a su juicio es "un mal de características cancerígenas". Por eso, propone aplazar la asamblea extraordinaria de IU -prevista para finales de año- con el objetivo de que no se cierre "en falso".

L D (Agencias) Así lo asegura en el "Informe propuesta para Gaspar Llamazares" que él mismo entregó al actual coordinador de IU en un encuentro celebrado el pasado viernes y cuyo contenido dará a conocer a otras organizaciones y dirigentes según adelanta el propio Anguita. El que fuera máximo líder de Izquierda Unida hasta octubre de 2000 señala en dicho documento, al que tuvo acceso Europa Press, que es "urgente el debate y su preparación" pero que precisamente por ello "no se puede improvisar ni realizar en falso".
 
"Tenemos por delante la tranquilidad de un largo período sin convocatorias electorales; debemos aprovecharlo. Si la metodología del debate, la potenciación del mismo y el relanzamiento de IU lo demandasen, nuestra organización no vería mal un aplazamiento de la asamblea extraordinaria", asegura. Sin embargo Llamazares recordó este martes en los pasillos del Congreso, durante un receso de la comisión de investigación del 11-M, que el último Consejo Político acordó por "unanimidad" que esta asamblea se realizará a finales de noviembre o diciembre.
 
Menos apariciones en los medios de comunicación
 
Anguita cree que para establecer una atmósfera de normalidad en el debate sería "conveniente" que los dirigentes de IU "se asomasen a los medios de comunicación de manera esporádica, prodigándose poco y manifestándose como portadores de posiciones argumentadas, respetuosas con los demás y perfectamente entendibles por la inmensa mayoría".  En este sentido, recalca que la federación debería asumir el reto del "rigor conceptual y político". "La situación demanda claridad, honestidad, concreción, valentía, rigor y dirigentes con criterios --enfatiza--. Uno de los males de nuestra organización es el permanente estado de tensión que vive nuestra militancia debido a que conocen las opiniones reales o atribuidas de los dirigentes a través de los medios de comunicación".

También hace hincapié en que el programa, al que define como "la dignificación de la función política", ha sido "la seña de identidad" del proyecto de Izquierda Unida porque sin el mismo "solamente hay yuxtaposición". "Con programa hay compromiso unitario", proclama. Y en este contexto asegura que una primera "piedra de toque" para centrar el debate es la posición en relación con el referéndum de la Constitución Europea. A su juicio, no se puede votar sí a este Tratado Constitucional. Finalmente el ex coordinador general de IU expresa su "predisposición a intervenir en los debates" pero señala que "en ningún caso" transformará la discusión en "una retahíla de insultos o atribución de intenciones".

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