L D (EFE) Según investigaciones periodísticas y parlamentarias, más de cinco millones de hectáreas de campos fértiles y de bosques fueron adquiridas en Argentina, la mayoría durante la década pasada, por empresarios o consorcios económicos extranjeros.
Según los informes periodísticos y legislativos, otros 31 millones de hectáreas en diversas zonas de Argentina, superficie similar a la de Italia, han sido puestas a la venta o bien están hipotecadas a favor de bancos extranjeros.
El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Miguel Campos, ha declarado que "limitar la inversión extranjera no es bueno", al expresar su oposición a la iniciativa que impulsan diputados del oficialismo y parte de la oposición. Campos ha indicado que "el uso racional de la tierra no pasa por si el propietario es extranjero o no", y ha puesto como ejemplo que la actividad vitivinícola en las provincias de Mendoza y San Juan "creció mucho con capitales externos".
Polémica entre un miembro del Ejecutivo y un legislador peronista
El funcionario del Ejecutivo dijo que el proyecto de ley está planteado "desde el punto de vista de que lo extranjero es malo", pero el legislador peronista Díaz Bancalari, jefe del bloque de diputados del Partido Justicialista, ha advertido de que "sólo se pretende preservar los recursos naturales" y que el proyecto de ley "no se opone a la llegada de inversiones, pero sí a la venta indiscriminada de tierras".
El diputado peronista ha dicho que "la venta indiscriminada de recursos naturales es algo que no es consecuente con lo que ocurre en los países más avanzados del mundo", y ha reclamado debatir el polémico proyecto de ley "sin estruendos". A la polémica se ha sumado la ex diputada Elisa Carríó, líder de la opositora alianza de centro izquierda Afirmación para una República Igualitaria (ARI), al mantener que "cualquier país serio limita la venta de sus tierras, de sus recursos" ya que "la tierra es la última porción de soberanía que nos queda a los argentinos".
El diputado peronista ha dicho que "la venta indiscriminada de recursos naturales es algo que no es consecuente con lo que ocurre en los países más avanzados del mundo", y ha reclamado debatir el polémico proyecto de ley "sin estruendos". A la polémica se ha sumado la ex diputada Elisa Carríó, líder de la opositora alianza de centro izquierda Afirmación para una República Igualitaria (ARI), al mantener que "cualquier país serio limita la venta de sus tierras, de sus recursos" ya que "la tierra es la última porción de soberanía que nos queda a los argentinos".
La superficie continental de Argentina es de 278 millones de hectáreas y de ese total, según recientes informes oficiales, 177,4 millones de hectáreas son cultivables. Por otra parte, el empresario italiano Luciano Benetton, quien posee 900.000 hectáreas de campos en la Patagonia (sur del país), es uno de los casos más paradigmáticos de extranjeros con tierras en Argentina, ya que en parte de esas tierras existen varias reservas de bosques naturales.