LD (Agencias) Solbes respondió así, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, a la pregunta de si es compatible un deflactor del PIB del 3,3 por ciento con un incremento salarial del 3,2 por ciento, que es la revalorización que el pasado lunes ofreció el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, a los representantes de las comunidades autónomas y a los sindicatos.
Tal y como afirmó Solbes la subida básica será del 2 por ciento, en consonancia con el objetivo de inflación, a la que habrá que sumar una dotación del 0,5 por ciento de la masa salarial al Fondo de Pensiones y un alza del 0,7 por ciento de las pagas extraordinarias –para que lleguen al 60 por ciento del sueldo–.
A pesar de que estas cifras (2+0,5+0,7) suman exactamente la cifra anunciada por Sevilla, 3,2 por ciento, el vicepresidente segundo insistió en rechazar que el crecimiento salarial para el año que viene sea ese, ya que, según dijo, se está produciendo una negociación en la que hay elementos complejos. En su opinión, hay que trabajar en la línea de que los incrementos retributivos sean del 2 por ciento –de acuerdo con la inflación–, aunque puede haber "elementos extras que pueden ser útiles", en referencia a la dotación al Fondo de Pensiones como salario diferido y el aumento de las pagas extra.
Tal y como afirmó Solbes la subida básica será del 2 por ciento, en consonancia con el objetivo de inflación, a la que habrá que sumar una dotación del 0,5 por ciento de la masa salarial al Fondo de Pensiones y un alza del 0,7 por ciento de las pagas extraordinarias –para que lleguen al 60 por ciento del sueldo–.
A pesar de que estas cifras (2+0,5+0,7) suman exactamente la cifra anunciada por Sevilla, 3,2 por ciento, el vicepresidente segundo insistió en rechazar que el crecimiento salarial para el año que viene sea ese, ya que, según dijo, se está produciendo una negociación en la que hay elementos complejos. En su opinión, hay que trabajar en la línea de que los incrementos retributivos sean del 2 por ciento –de acuerdo con la inflación–, aunque puede haber "elementos extras que pueden ser útiles", en referencia a la dotación al Fondo de Pensiones como salario diferido y el aumento de las pagas extra.
En la actualidad, las pagas extras del personal público representan sólo el 40 por ciento del sueldo, con lo que al aumentarse el 0,7 por ciento supondrían una revalorización de veinte puntos porcentuales, lo que las situaría en un porcentaje del 60 por ciento.