L D (EFE) En una entrevista en Radio Euskadi, el lehendakari valoró el encuentro mantenido el lunes con Zapatero, aunque reiteró que le pidió que "más allá de la sonrisa, los gestos y el nuevo talante, necesitamos contestar si estamos realmente dispuestos afrontar el debate político sobre el conflicto vasco". Manifestó su impresión de que "era necesario solicitar al presidente tener más valentía para afrontar ese debate" y que le respondiera si estaba dispuesto a "mojarse hasta las cachas para plantear un nuevo modelo de convivencia entre España y Euskadi".
Entre otras de las cuestiones de la reunión, Ibarretxe reclamó "los derechos humanos de todas las personas y también de las personas privadas de libertad", al tiempo que solicitó "el acercamiento de los presos a cárceles vascas". Sobre la Ley de Partidos le trasladó al presidente del Gobierno que "nos aleja de la paz" y requirió que "todas las formaciones podamos concurrir con normalidad a las próximas elecciones autonómicas, para que sea la sociedad la que deslegitime o legitime esas posiciones", en clara alusión a la vuelta de Batasuna a la legalidad.
El Plan Ibarretxe sólo depende del Parlamento
Sobre la propuesta de nuevo Estatuto, Ibarretxe aseguró que su puesta en marcha "no depende de lo que piense el presidente español o el lehendakari, sino depende de lo que piensen los parlamentarios vascos y que después será sometido a consulta a los ciudadanos, así que el nivel de autogobierno será el que quiera la sociedad vasca". Dijo que plantea "el comienzo del camino" para buscar una solución y que lo que "no podrá ser impuesto es ni la unidad de España ni la independencia de Euskadi".
En el encuentro con Zapatero no le recordó los compromisos que adquirió con el Gobierno vasco respecto al pago del cupo, la ampliación de la Ertzaintza y la factura del Prestige "porque cuando se exigen 30.000 veces los compromisos, se pierden".