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EEUU normalizará relaciones con Libia cuando esté "absolutamente claro" que no fomenta el terrorismo

Un islamista que está siendo juzgado por un tribunal estadounidense ha dado detalles de un complot libio para asesinar al príncipe Abdalá, que gobierna de facto en Arabia Saudí debido al mal estado de salud del rey Fahd . "Nuestra relación con Libia no podrá ser totalmente normal hasta que quede absolutamente claro que ya no participa en actividades terroristas", ha declarado a la cadena británica BBC un portavoz del Departamento de Estado norteamericano.

L D (Agencias) Europa Press informa de que Abdurahman Alamudi reveló este sábado, durante el juicio que se sigue contra él –y en cumplimiento del acuerdo que ha suscrito con la fiscalía–, los pormenores de un plan ideado por el dictador de Libia, Muamar el Gadafi, para asesinar al príncipe Abdalá.
 
El secretario de Justicia norteamericano, John Ashcroft, dijo que este caso ha ofrecido “inteligencia crítica” para la guerra contra el terrorismo, y que ha servido para poner de manifiesto los lazos entre Alamudi, fundador del Consejo Musulmán Americano, y la Fundación Musulmana Americana, que servía de enlace entre Trípoli y elementos opuestos al régimen que detenta el poder en Riad.
 
Según el Departamento de Justicia norteamericano, Gadafi montó en cólera tras el enfrentamiento que mantuvo con Abdalá durante la cumbre que la Liga Árabe celebró en marzo de 2003. Alamudi confesó haberse reunido, a instancias de Trípoli, con saudíes deseosos de causar “un dolor de cabeza” a las autoridades de su país. "Con el tiempo, Alamudi descubrió que el objetivo real del plan era asesinar al príncipe Abdalá", puede leerse en la nota que ha hecho pública la oficina de Ashcroft.
 
Alamudi, de 52 años, natural de Eritrea pero ciudadano norteamericano, no ha sido inculpado por complot; a cambio, se ha reconocido culpable de tres cargos criminales.
 
Washington cree que éste contactó en el Reino Unido con al menos dos saudíes, a quienes habría entregado cientos de miles de dólares en efectivo. En agosto de 2003 fue detenido en el aeropuerto londinense de Heathrow, con 340.000 dólares encima. Aunque le requisaron el dinero, las autoridades le permitieron proseguir viaje; posteriormente recaló en Siria, Libia y Egipto.
 
Alamudi se enfrenta a una sentencia de 23 años de cárcel –que será dictada el 15 de octubre–, y probablemente se verá privado de la nacionalidad estadounidense.

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