L D (EFE) Tras varias semanas de incertidumbre, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha llegado este lunes a un acuerdo con Klinsmann para asumir un cargo que antes rechazaron "clásicos" de la nómina de entrenadores del país, como Ottmar Hitzfeld, Christoph Daum y Otto Rehhagel. Según un portavoz de la DFB, Klinsmann está de acuerdo en firmar por dos años, las negociaciones de los términos económicos están cerradas y quedan por perfilar los aspectos deportivos.
Todo apunta, según lo dicho en los últimos días, que formará un triunvirato con el asesor técnico Holger Osieck -quien ya preparó a la selección campeona del mundo de 1990, dirigida por Franz Beckenbauer- y el ex-internacional Oliver Bierhoff, como manager. Klinsmann, de 39 años, sucederá a Rudi Voeller, dimitido tras la eliminación alemana en la primera ronda de la Eurocopa de Portugal. Se espera que su llegada al frente de la selección sirva de revulsivo rejuvenecedor del conjunto que quedó subcampeón en los Mundiales de 2002 y que ahora pasa por un mal momento.
Todo apunta, según lo dicho en los últimos días, que formará un triunvirato con el asesor técnico Holger Osieck -quien ya preparó a la selección campeona del mundo de 1990, dirigida por Franz Beckenbauer- y el ex-internacional Oliver Bierhoff, como manager. Klinsmann, de 39 años, sucederá a Rudi Voeller, dimitido tras la eliminación alemana en la primera ronda de la Eurocopa de Portugal. Se espera que su llegada al frente de la selección sirva de revulsivo rejuvenecedor del conjunto que quedó subcampeón en los Mundiales de 2002 y que ahora pasa por un mal momento.
Es decir, más o menos lo que logró Voeller, quien asumió el cargo con una Alemania humillada, tras la Eurocopa de 2000, y la elevó a subcampeona ante Brasil dos años después. El suyo es un doble desafío, puesto que Alemania no quiere naufragar en la "empresa nacional" que son los Mundiales del 2006. El sí de Klinsmann a dirigir la selección hasta 2006 es, además, un bálsamo para la DFB, que hace unas semanas trató de resolver su guerra interna dividiendo las funciones de presidente entre su titular, Gerhard Mayer-Volferder, y su tesorero, Theo Zwanziger.
Klinsmann no está aún muy rodado como técnico, pero se cuenta con que contagie algo del entusiasmo con que Alemania vivió las hazañas de que fue partícipe como jugador, en un pasado aún muy reciente. Al margen del título mundial, en 1990, Klinsmann formó parte de la selección ganadora del Campeonato de Europa de 1996 y, algo más atrás, de la que se llevó el bronce de las Olimpiadas de 1988. Klismann ha sido, además, futbolista del año tanto en Alemania -en 1988 y 1994- como en Inglaterra -en 1995-. El ex-jugador, que ha vestido la camiseta de internacional en 108 partidos, llegó a Alemania el sábado con la promesa de reformar el fútbol nacional y abrirlo a perspectivas de otros países, como EEUU.
Klinsmann no está aún muy rodado como técnico, pero se cuenta con que contagie algo del entusiasmo con que Alemania vivió las hazañas de que fue partícipe como jugador, en un pasado aún muy reciente. Al margen del título mundial, en 1990, Klinsmann formó parte de la selección ganadora del Campeonato de Europa de 1996 y, algo más atrás, de la que se llevó el bronce de las Olimpiadas de 1988. Klismann ha sido, además, futbolista del año tanto en Alemania -en 1988 y 1994- como en Inglaterra -en 1995-. El ex-jugador, que ha vestido la camiseta de internacional en 108 partidos, llegó a Alemania el sábado con la promesa de reformar el fútbol nacional y abrirlo a perspectivas de otros países, como EEUU.